Todavía Carlota no se reponía de la decepción de Edwin cuando David tocó a su puerta. Era sábado y la niña había olvidado que Anton tenía su final. Sería la última participación en Four Continents del equipo tellnotelliano al decidir que se competiría en Europa definitivamente y no se querían ir con las manos vacías. Por su parte Zhenya Plushy se había establecido como el mejor patinador del año y sólo le faltaba el Mundial para terminar la temporada.
En el barrio ruso, cualquier evento en el que participara algún vecino era motivo de pantallas grandes y proyecciones públicas. La última prueba debido a un problema de logística sería la del chico Maizuradze.
-Va a empezar en media hora - Dijo David - ¿Irás?
-No sé si tendré permiso. Andreas tiene concierto, no puedo ir sola de noche.
-Yo lo arreglo.
-¿Qué harás?
-Invitar a tu mamá.
-Salió por café.
-¿A dónde suele ir?
-A Minsk lounge.
-Tanto mejor...
Gabriela no se negó. Como Carlota llevaba desanimada unos días pensó que esto le ayudaría un poco a recuperar la energía. Ricardo seguía en Italia y no podía ayudarla con su hija directamente.
-Te alcanzaré allá. Por favor me llamas cuándo llegues. Avísale a la mamá de tu amigo que estás ahí, ok?
-Si. Lo haré.
-Te la encargo David.
-No se preocupe. Estaremos bien.
Caminaron hasta Pushkin dónde una multitud ya se preparaba para todo. La niña estaba un poco sorprendida ya que en ninguna otra parte de la ciudad familias enteras se reunían para esa clase de cosas. Afortunadamente, Cecilia le había apartado un lugar a petición de su hijo. Después de hablar con su madre por teléfono, Carlota se aprestó a ver el free program de los patinadores.
-Me perdí el short.
-Anton va de primero.
-No recordé que todo era hoy.
-También se me olvidó.
-¿En serio David?
-No. ¿Dónde estabas en la mañana?
-En el trabajo de mamá.
-No te preocupes.
-Algunos serán estrellas.
-¿Lo dices por los rivales de Anton?
-También por él.
Conforme iban pasando las rondas, Carlota se impacientaba. Sentía que en cualquier momento el nudo que tenía en la garganta se cerraría para siempre. El último grupo presentaba también a Evan Weymouth.
Todos lo creían el único adversario de Anton pero se equivocaron. Al fallar en dos saltos y caer en otro, éste quedó fuera de competencia. Sin embargo, no se estaba viendo lo mejor en calidad. Todos erraban.
Cuando llegó el turno de Anton, su madre tomó de la mano a su marido. Le tocaba ser el que cerrara la competencia. En televisión, el chico se veía seguro. Llevaba puesto un traje de torero. Al percatarse de la admiración de Carlota por Vicktor Urmanov, cambió su rutina totalmente adoptando la música y el vestuario con los que éste había sido medallista olímpico alguna vez.
Pero no fue perfecto. Sus saltos triples al inicio se convirtieron en dobles, incluso uno sencillo, pero ya más cómodo lanzó lo demás correctamente. La gente que lo veía en Tell no Tales no paraba de gritar, hacer cánticos y brincar. Hasta David lo hacía. Anton mostraba un talento inusual. Era un genio. Nadie podía apartar la vista de aquél imponente niño. Cuando terminó, simplemente la gente en Pushkin estaba a sus pies. Las vecinas felicitaban a los Maizuradze por las habilidades de su segundo hijo. La espera por las notas se volvería casi eterna. Anton sentado al lado de su entrenadora, al ver la cámara frente a él gritó: Привет Россию окрестности! Я знаю, ты смотрел на меня! Приветствиематери! *
Ante eso el público, ya de por sí eufórico, estalló en una ovación ensordecedora. La impaciencia por saber el resultado era compartida por la colectividad. En pantalla, Anton no dejaba de enviar besos. Carlota lo veía tranquila. Se imaginaba lo que le diría cuando regresara... Pero él tomó una rosa e impulsivamente exlamó: Карлота! Я люблю вас!! **
La multitud gritó aún mas fuerte. David reía asombrado.
-¿Qué dijo?
Nadie contestó a esa pregunta. Intrigada por eso, ella no sabía si sonreír o sentirse incómoda. La reacción de Lena Tarasova, coach del chico, también era confusa... Y a los pocos segundos las calificaciones fueron visibles: cinco punto ocho, cinco punto siete ... no eran las mejores calificaciones de Anton, pero las notas artísticas con cinco punto nueve y la deliberación del panel de jueces de darle el primer lugar revelaron que él sería el nuevo campeón.
En Pushkin nadie cabía de la felicidad y la fiesta comenzó enseguida. A Gabriela no le pareció seguro permitirle a su hija quedarse. Discretamente se despidieron de la familia Maizuradze. Carlota prefirió no averiguar lo que Anton había gritado. Eso lo sabría después.
Mientras se preparaba la ceremonia de entrega de medallas, Tarasova preguntó a Anton porque había confesado algo tan importante de esa forma.
-¡Carlota es la mujer que amaré toda mi vida!
-Son sólo niños.
-¡Pero estaremos juntos siempre!
Y mirando la rosa que traía en las manos dijo:
Todos lo creían el único adversario de Anton pero se equivocaron. Al fallar en dos saltos y caer en otro, éste quedó fuera de competencia. Sin embargo, no se estaba viendo lo mejor en calidad. Todos erraban.
Cuando llegó el turno de Anton, su madre tomó de la mano a su marido. Le tocaba ser el que cerrara la competencia. En televisión, el chico se veía seguro. Llevaba puesto un traje de torero. Al percatarse de la admiración de Carlota por Vicktor Urmanov, cambió su rutina totalmente adoptando la música y el vestuario con los que éste había sido medallista olímpico alguna vez.
Pero no fue perfecto. Sus saltos triples al inicio se convirtieron en dobles, incluso uno sencillo, pero ya más cómodo lanzó lo demás correctamente. La gente que lo veía en Tell no Tales no paraba de gritar, hacer cánticos y brincar. Hasta David lo hacía. Anton mostraba un talento inusual. Era un genio. Nadie podía apartar la vista de aquél imponente niño. Cuando terminó, simplemente la gente en Pushkin estaba a sus pies. Las vecinas felicitaban a los Maizuradze por las habilidades de su segundo hijo. La espera por las notas se volvería casi eterna. Anton sentado al lado de su entrenadora, al ver la cámara frente a él gritó: Привет Россию окрестности! Я знаю, ты смотрел на меня! Приветствиематери! *
Ante eso el público, ya de por sí eufórico, estalló en una ovación ensordecedora. La impaciencia por saber el resultado era compartida por la colectividad. En pantalla, Anton no dejaba de enviar besos. Carlota lo veía tranquila. Se imaginaba lo que le diría cuando regresara... Pero él tomó una rosa e impulsivamente exlamó: Карлота! Я люблю вас!! **
La multitud gritó aún mas fuerte. David reía asombrado.
-¿Qué dijo?
Nadie contestó a esa pregunta. Intrigada por eso, ella no sabía si sonreír o sentirse incómoda. La reacción de Lena Tarasova, coach del chico, también era confusa... Y a los pocos segundos las calificaciones fueron visibles: cinco punto ocho, cinco punto siete ... no eran las mejores calificaciones de Anton, pero las notas artísticas con cinco punto nueve y la deliberación del panel de jueces de darle el primer lugar revelaron que él sería el nuevo campeón.
En Pushkin nadie cabía de la felicidad y la fiesta comenzó enseguida. A Gabriela no le pareció seguro permitirle a su hija quedarse. Discretamente se despidieron de la familia Maizuradze. Carlota prefirió no averiguar lo que Anton había gritado. Eso lo sabría después.
Mientras se preparaba la ceremonia de entrega de medallas, Tarasova preguntó a Anton porque había confesado algo tan importante de esa forma.
-¡Carlota es la mujer que amaré toda mi vida!
-Son sólo niños.
-¡Pero estaremos juntos siempre!
Y mirando la rosa que traía en las manos dijo:
-Es lo que me hizo sentir cuándo le dije adiós el día que la conocí.
* Privet Rossiyu okrestnosti! YA znayu, ty smotrel na menya! Privet·stvie materi! / Hola barrio ruso !! Sé que me están viendo !! Saludos madre !!
** Karlota! YA lyublyu vas! / Carlota ! Estoy enamorado de ti !!
* Privet Rossiyu okrestnosti! YA znayu, ty smotrel na menya! Privet·stvie materi! / Hola barrio ruso !! Sé que me están viendo !! Saludos madre !!
** Karlota! YA lyublyu vas! / Carlota ! Estoy enamorado de ti !!
Con mucho romance este frgmento, win.
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