martes, 27 de noviembre de 2012

Harder, better, faster, stronger* (Vika!)


-Ya vi mi foto en el periódico, salgo horrible; y lo peor es que hoy tuve una sesión pública de práctica. Desde que llegué a Hammersmith he tenido que soportar a la prensa. Si creen que las gimnastas no causamos furor, están equivocados; y si piensan que a nadie le interesa lo que hacemos pues tengo mi programa aquí en Eurosport** para probar lo contrario ... Me alegra que sean mis últimos capítulos porque no aguanto tanto la cámara como todo mundo imagina. Hoy por ejemplo; bueno, ya lo dije, tuve un entrenamiento abierto y lo que me puso nerviosa es saber que había como mil fotógrafos sin dejarme hacer nada como tocarme la nariz, porque tengo la manía de hacerlo y me pregunto: ¿Por qué no van a tomarle fotos a las americanas? Julianne Kuppets siempre les sonríe y les da nota; ¿Por qué no se van con la Raducan? ¿Por qué a mí? ¡Ja ja ja!

-Porque eres la estrella, presumida.
-Ah .. ¡Ja ja! La chica que vieron pasar detrás de mí es Anastasia Raisman, ella ... ¿Vas a ir por el all around?
-Eso espero.
-¿Quieres salir en mi programa?
-¿Qué? ¡No!
¡Ja ja! ¡Todas dicen lo mismo!
-¡Que te ayude Zamo!
-¡No quiere!
-¿Y tú amiguis, Vera?
-Menos, me abandona.

-¡Je! Raisman, mejor conocida en el bajo mundo como "hija del mal" y no es ofensa, todo el tiempo ha estado insistiendo en que estoy muy flaca; una vez lo declaró en una conferencia y cuando llegamos a la estación de tren, me vió y lo primero que dijo en lugar de "hola" fue "estás más plana que un fideo". Hace un mes yo era una espiga, según ella ahora soy pasta .... Raisman busca la forma de molestar; por eso entre todas le pusimos "hija del mal" y encima siempre le gana a muchas chicas por una milésima y sus compañeras de equipo la odian por eso. Yo no, para que luego no hagan chismes ... Tengo calculado que me encontraría con ella en una final tentativa de viga de equilibrio y el all around, por supuesto. Lo que no tengo presupuestado es piso porque Zamo y Vera son mejores que yo ahí. Sveta y yo platicamos sobre en qué nos gustaría competir; es obvio que nos queremos meter a la final de barras asimétricas; también la nota de la "queen Khorkina" en viga es bastante decente ....  Por ahí me comentaron las rumanas que me han visto bastante fina con los giros y la noticia triste del día es que Pavlova venía muy bien pero se lesionó en la mañana y el médico dijo que mejor se reserve para la competencia por equipos; no la van a ver en las clasificatorias y no hay tiempo de sustituirla porque mañana comienza el mundial y no le da tiempo a nadie de tomar el vuelo de Moscú para acá y son bastantes horas con una escala en París que tarda muchísimo.

(Viktoriya Maizuradze está grabando su propia emisión televisiva. De acuerdo a una encuesta, ella es la más popular de las gimnastas rusas y tiene tantos fans, que su federación aceptó el ofrecimiento de una televisora para seguirla a todos lados; excepto en algunas entrevistas. Al poco tiempo de iniciado el proyecto, Vika se percató de que al productor no le importaba el deporte y las escenas eran más bien de su vida afuera del gimnasio, la crítica ha etiquetado su reality show como "estúpido", pero ha tenido tanto éxito que está en su segunda y última temporada ya que le cuesta hablar ante las lentes y a veces exige que borren algunas escenas ¿Recuerdan su llamada al general Bessette? También fue grabada, pero se encargó de eliminarla porque no deseaba exponerla al público. Por cierto, su padre desconoce la emisión y ella siente alivio de saber que él confundirá al equipo de producción con camarógrafos cualquiera)

-Como les dije, vi el periódico, aquí lo tengo, no voy a enseñar el artículo donde salgo pero si les voy a mostrar el del otro evento que también inicia mañana... Esperen, voy a desdoblar ... Es este "Arranca Hammersmith Trophy 2002. El patinaje artístico inicia su temporada con el abierto sureño. Se espera la presencia de figuras internacionales" ... ¿Ven la foto grande? Es de Carlota Liukin y el texto me dió mucha risa, no por ella, sino porque presumen que tendrán estrellas y la verdad es que no; de hecho solo Carlota es medio conocida, así que dudo que nos quiten el rating ... Mal chiste, perdón. Pero mi punto es que me da pena cuando le venden a la gente algo que no es de la calidad publicitada y en este caso me enteré que se agotaron los boletos... Qué cosas, mejor hablemos de algo más alegre .. No, no es alegre, hoy no me fue bien. Practiqué el salto de caballo y me caí cuatro ... cinco veces, y casi me resbalo en el ejercicio de piso. En las barras no tuve problemas pero si me preocupé porque he comprobado que voy a necesitar más magnesia de la normal, tuve que pedirle a los organizadores que compraran pastillas de magnesia; creo que me alucinaron barato porque insistí mucho y salieron a una tienda de materiales porque en las deportivas no venden.

(Vika comenzó a calentar de nuevo; decidiendo aprovechar su tarde repasando sus tandas en el caballo, pero sus problemas continúan y uno de sus entrenadores le dice que de tanto practicar se ha "bloqueado")

-Ayer todo salía bien ... Ojalá en las clasificatorias y en lo demás no pase algo malo. Voy a revisar mis saltos para ver en dónde me equivoco.

(La joven le ha pedido a un camarógrafo del evento que le muestre sus rotaciones. La expresión de Viktoriya ante sus fallas es captada con sumo detalle. Ella le explica a su entrenador que sus giros en el aire son lentos, no se escucha lo que él sugiere)

-No fue mi día y me avisan que debo ir a comer algo .. No tengo hambre.
-Hay sándwiches de nutella - Le informa la producción.
-Voy corriendo ¡ja ja! ... Recuerden enviarme sus saludos en la página de internet vikathings.com, ya saben que luego los leo y respondo preguntas cuando ya no se me ocurre qué más decir o enseñar ¡ja ja ja! En fin, mañana son las rondas clasificatorias del mundial que ¡por fin! voy a competir. El equipo ruso somos Ana Pavlova, Vera Grishina, Yelena Zamolodchikova, Svetlana "the queen" Khorkina y yo, Viktoriya Maizuradze; deséennos suerte ... Falta el video del día, ya lo terminaron de editar, son las rotaciones del día de hoy con todo y las caídas. Adiós.... Pero vuelvo mañana.

(Vika agita sus manos por despedida y corre para alcanzar uno de los codiciados emparedados. La cámara la sigue mientras ella se sirve y el productor le presenta el clip con los mejores y los peores momentos de sus últimas jornadas de entrenamiento, ella lo aprueba).

-No sé ustedes, pero no me siento contenta - comenta la chica a sus compañeras, quiénes han tenido un día tranquilo - A veces desearía no haber aceptado este estúpido programa.

(Viktoriya Maizuradze muerde el sándwich y se contenta con mandar saludos a las gimnastas novatas. En la televisión, ha iniciado el noticiero y transmiten las rutinas de la muchacha, con énfasis en sus errores. Las chicas estadounidenses y sus instructores revisan las repeticiones con lupa para diseñar la estrategia que le permita a Anastasia Raisman vencer a la rusa. Vika agita la cabeza y se dedica a revisar el celular)

*Canción del dúo electrónico Daft Punk en el álbum "Discovery" de 2001.
**Canal de televisión europeo, disponible en 59 países y 20 idiomas, incluyendo español. Existen también Eurosport 2, Eurosport HD y Eurosport News, así como en internet con Yahoo! Eurosport y Eurosport.com. En toda Europa se transmite por cable, con excepción de Alemania donde se puede ver por señal abierta. 
Viktoria Komova Montage "Harder, Better, Faster, Stronger (Vitamin String Quarter version)" 


jueves, 22 de noviembre de 2012

El cuento de Carlota y Adelina


Cómo se sabe, Carlota había recibido algunos mensajes pero no los atendió; ni siquiera porque su padre  era el autor de varios, pero el último, que era más importante tampoco fue de su interés. 

Hay que señalar algo: a la joven Liukin le daba exactamente igual leer o no todo lo que le mandaban, porque le parecía que ya sabía cuáles eran sus pendientes y le irritaba que los demás se empeñaran en recordárselos. Por eso, cuando Haguenauer la llamó por teléfono a la hora de la comida, ella lo dejó esperando, sin importarle que el enlace al tren fuera costoso o que el recepcionista realmente se enojara por su tardanza. Inclusive Joubert, que la acompañaba a esa hora por una fortuita coincidencia no podía creer lo que veía.

-Señorita, se han tomado la molestia de traerle un auricular - suplicaba un guardia.
-Debieron ahorrárselo o responder por mí.

Carlota demoró en terminar con sus alimentos y se atrevió a tomar como postre un helado grande; pero la rebeldía se le acabó en cuánto distinguió al teniente Maizuradze entrando al comedor y dirigiéndose a la mesa cercana donde ella.

-Diga que contestaré en la recepción y le ofrezco disculpas, oficial - señaló la chica que se levantaba cortésmente para abandonar el salón, obligada finalmente a responder por algo. Cuando llegó a la recepción, sobra resaltar, el encargado no lucía feliz y le indicó secamente que tomara la cabina que deseara. Para evitarse ser observada, Carlota entró en la número ocho con rapidez.

-¿Hola?
-Eres increíble, Liukin. Tu grosería rebasó todas las que me han hecho una gran cantidad de medallistas olímpicos y lo grave es que todavía no eres nadie en este mundo de las pistas ¿Ya leíste tus asignaciones para la temporada?
-Cinco veces.
-Perfecto, me imagino que estarás preparada para tu torneo en Hammersmith en cuarenta y ocho horas ¿Verdad?
-Sí .. Eh, mis programas están preparados.
-Ajá ¿Cuál va a ser tú música?
-"Sabre dance" ... Tú sabes algo rápido y divertido.
-¿Es para tu programa corto o para el libre?
-Corto.
-Me imagino que tu programa libre también tiene una estructura ya ensayada.
-Claro ¿Que creías?
-Que mientes descaradamente, no te has enterado de tu calendario y no tienes disposición de entrenar, te importa un comino el tiempo de los demás y si no presentas tus rutinas en dos días, se acabó porque te aseguro que serás despedida. A diferencia tuya, yo no estoy jugando. Tienes el abierto de Hammersmith y además el Másters d'Orléans en tres semanas. Te aviso que Copa de China y Trofeo Bómpard estarán programados para noviembre. La federación te subió a senior, por si te importa. Envíale mis saludos a Tamara que de seguro ha montado un "Sabre dance" precioso y que me muero de ganas de ver. Buenas tardes, Liukin.

Carlota palideció y corrió a leer sus recados, dejando el auricular descolgado. Al llegar a su habitación, se encontró a Tamara, a quién no veía desde la noche anterior. A la mujer le había sentado mal irse de fiesta y estaba enferma; Zhenya se había propuesto cuidarla.

-¡Al fin apareciste, niña! ¿Dónde estabas?
-No pude dormir, caminé por los vagones.
-Mira, qué bien.
-Llegaron mis asignaciones, Tamara.
-Ya lo sé, las recibí hace un mes.
-¿Ya sabías lo de Hammersmith?
-Te quebraron la cabeza, no ibas a entrenar así.
-¡Haguenauer quiere ver el trabajo pasado mañana!
-Causaremos baja, tu neurólogo dijo que "nada de saltos ni giros hasta nuevo aviso"
-¡Me quiero morir!
-Qué alentadoras palabras.
-Perdón ¿Qué te pasó?
-Me dió fiebre y me intoxiqué con alcohol.
-Era más fácil decir resaca.
-¿Qué le dijiste a Haguenauer?
-Que montamos "Sabre Dance".
-No suena descabellado, te tomaré la palabra, Liukin. Con eso vamos a entrenar pronto.
-Todo va a salir mal.
-Haz dibujitos, imagínate una rutina, cuando me sienta bien platicamos.
-De acuerdo.
-No le digas a nadie que me viste así.
-Prometido.
-Sal de aquí.

Carlota hizo caso. En el pasillo la interpeló Adelina.

-Ji ji ji ¡hola!
-¡¿Tú?!
-¡Qué bueno verte!
-Encima me abrazas.
-¡Porque eres mujer muerta!
-Y te burlas de mí, qué espanto.
-Relájate, Carlotita. Te compré un regalo.
-¿A mí? ¿Qué haces aquí?
-Pasarla bien, como vi que tomaste este tren pensé "¿Por qué yo no?" Y honestamente, te he visto meter la pata todo el camino. Ni siquiera sabes con quién ir de boca floja, con 5€ el cantinero me contó todo lo que le dijiste.
-¡Maldita perra!
-¡Oye! ¡Me impresiona tu boca! Bueno, también que no insultes al chismoso.
-¿Por qué le pagaste?
-Tengo mis truquitos, aunque es más pecador el que cuenta las indiscreciones de los demás que la que pregunta por ellas.
-Eres una horrible persona.
-¿Ahora qué? ¿Vas a llorar?

Acto seguido, la chica Liukin lagrimeó con fuerza porque sentía que habían abusado de algo suyo. Adelina, que no se distinguía por su delicadeza le echó más leña al fuego al revelarle que también había visto a Trankov llevándola a su habitación y preguntándole qué había hecho con él.

-¡¿Podrías dejarme en paz?! ¡Te detesto, Adelina! ¡Cállate ya!
-Sabía que por algo eres mi amiga.
-¡No soy tu amiga!
-Le dices a la gente que la odias con tanta franqueza que sólo por eso eres confiable.
-¡Tú no tenías que enterarte de mis cosas!
-¡Tú no tenías que darle besitos a otro que no fuera Joubert!
-¡Te voy a dar un golpe en la cara!
-Inténtalo y te verás en el hospital de nuevo, aunque te conviene para que Haguenauer no se entere de que no has trabajado.
-Me va a dar un ataque.
-Te ayudo.
-Aléjate de mí.
-Pero déjame entregarte un regalo.
-¡Con un demonio, Adelina! ¡¿Qué cosa me daría alguien como tú?!
-Acompáñame y verás.
-¡¿No podrías traerlo?!
-Tomaré un carrito de servicio.
-Si yo sugiriera algo como eso, dirías que es una ridiculez.
-Pero no lo dijiste tú.

Adelina juntó sus manos, se rió nuevamente de Carlota y permaneció mirándola llorar durante un buen momento.

-Haces tormentas en vasos de agua.
-Honestamente, Adelina ¿Quién te crees?
-Me creo yo misma.
-Robas mis tenis, esculcas mis cosas y encima te atreves a tocarme ¿Qué clase de ... ?
-¿De qué?
-¡De rata vomitiva! ¡Lárgate! ¡Vete a molestar a cualquier imbécil y deja de comportarte como callejera!

Adelina podía soportar lo que fuera, incluso que la llamasen "ramera", pero jamás "callejera". Esa palabra era el nombre que los marinos le habían dado en Cobbs y como tal, prefería dejarla en un pésimo recuerdo; por tanto, perdió los estribos y propinó a Carlota un puñetazo en el rostro.

-¡Ouch!
-Aprende a cerrar la boca.
-¡Me duele mucho! ¡Doble ouch! ¡Me sacaste sangre! ¡Me duele la cabeza!
-Eso te enseñará que la sinceridad es buena pero no abuses. Espérame aquí, voy por tu obsequio.
-¿No traerás a un doctor?
-¿Por un rasguño? Cúrate sola.

La joven Liukin se recargó en la pared y se dedicó a llorar de nuevo; no de un berrinche sino porque el golpe en el pómulo había sido demasiado fuerte. También se recriminó el no haber sido ella la que propinara la agresión como había amenazado. En el corredor no había nadie para auxiliarla

-¡Ay, no es cierto, me cortó la cara! ¡Voy a matar a esa bruja! ¡Adelina Tuktashashasha o como te llames, te patearé el trasero!

Pero Adelina apareció a los escasos segundos con el carrito de servicio y una enorme caja con un moño azul.

-Es para ti.
-Llévatelo.
-¡Gasté mucho dinero en una casa de madera y ahora la recibes!
-¡¿Por qué?
-Intentaba ser amable, pero lo que hacen los demás por ti, te importa un pepino. Al menos dale un poquito de valor a tu juguete nuevo ya que no te acordarás porqué te lo dieron ... Ya no se diga quién.

Carlota se sentó en el piso y contempló el regalo sin ánimos de tocarlo siquiera. Sabía que al interior de la frágil estructura de cartón había algo hermoso pero su mal reprimido espíritu de niña le avergonzaba mucho.

-¿Qué esperas? - expresó Adelina con impaciencia mientras Sergei Trankov salía de su escondite y la muchacha Liukin entrelazaba sus manos para contenerse el mayor tiempo posible.

-Todo lo que le exijas a Carlota es en vano, Adelina. Ella nunca ha tenido que esforzarse por cosa alguna, no conoce el hambre, ni le interesan las ofertas cuando compra ropa. Carlota Liukin es superficial, inestable y soberbia, con una vanidad inmensa que la vuelve insoportable. Es una chica narcisista y egoísta por default, que no identifica los sentimientos ni las intenciones de nadie, a menos que se colabore con su delirio de chica bonita y casi semidiosa, que no tolera o aprende de sus errores ¿Para qué quieres ser amiga de alguien que se desprecia tanto? Es una persona que ni siquiera se odia por no ser lo que los demás esperan de ella. Carlota se odia por ser una chiquilla que no sabe lo que quiere ni para dónde va. No tiene identidad más que su imagen de adorable y tierna niña que siempre será hermosa. Mírala, llora y luce impecable, le sangra la cara y permanece perfecta, es imposible no sentir compasión por ella. Pero la verás en unas horas, riendo, recibiendo halagos y a Joubert convenciéndose de que fue buena idea olvidar que tiene dieciséis porque Carlota es valiosa y lo comprende. Lástima que Anton, David y Amy sean sus amigos, porque ellos si la quieren.

Adelina se retiró a su habitación, decepcionada y con llanto inicial. Sergei Trankov permaneció en el pasillo porque aún tenía la esperanza de que sucediera algo que modificara su concepto de Carlota o le demostrara que la chica usaba un personaje por falta de confianza en sí misma. No tardó mucho. La joven Liukin abrió su regalo, asombrándole el tamaño y lo minucioso de los detalles de una casona desplegable, diseñada para jugar con unas muñecas diminutas, también de madera que reposaban en una sala elegante. Una de ellas le llamó la atención particularmente ya que que representaba a una patinadora con tutu y una medalla en el pecho. En el área dónde estaba el jardín de la mansión, había una especie de lago y cuando Carlota posó la figurilla en él, la música comenzó a sonar, como si se tratara de una cajita vieja. La sonrisa le brotó de inmediato y se dedicó a jugar con todas las piezas; invitando incluso a Joubert cuando este se apareció.

Alizée - Fifty Sixty


viernes, 9 de noviembre de 2012

El descubrimiento de la pasión (III)


Edwin escribió una carta y al cruzar la avenida Gardel para llegar a la oficina postal, se topó con la pandilla Rostova. Los miembros de la banda patrullaban Poitiers.

-¡Bérenice! Vino tu amigo - exclamó uno. La joven mordió uno de sus dedos y se acercó a Edwin, no sin mirar a todos lados ya que su líder revisaba la acera cercana.

-Ven, conozco un café adónde nadie va - y girando hacia sus compañeros, añadió - Nadie le diga a Matt que me fui por ahí.

La advertencia era demasiado escueta pero los pandilleros temían a la reacción de su jefe, mismo que no era amigable si uno de sus colaboradores interactuaba con una persona de Tell no Tales. Aunque fuera su novia, Bérenice debía sujetarse a dicho reglamento y en caso de faltar, Matt le prohibiría cruzar de dimensión de forma definitiva; especialmente porque no había sido amonestada por su episodio con Adrien.

En De Gaulle, ya no hacía frío y al mediodía se insinuaban los rayos del sol entre los árboles. Edwin evitaba mirar a la joven que lo conducía de la mano al lado opuesto del parque y se movía para dar a entender que esperaba trabar conversación. Al llegar a la calle Cotillard, esperaron a la luz roja del semáforo y se dirigieron hacia un negocio pequeño pero vacío. El encargado se aproximó en cuanto los dos tomaron la segunda mesa junto al ventanal en el que se leía "Café del cubano".

-Un romano* y un café con leche para el caballero - pidió ella. Edwin colocó su sobre en el bolsillo y se cruzó de brazos.

-Ordené lo que más te gusta.
-No me dejaste ver el menú.
-Porque no tiene caso; te conozco bien.
-Al menos por cortesía.
-La próxima vez.

La sonrisa de Bérenice acabó por sorprender a Edwin; él se sabía nervioso.

-No preguntaré cómo estás o esas trivialidades que la gente suele utilizar para creer que se interesa por alguien o tiene cosas en común.
-No esperaba menos de ti.
-No me agrada hacer la comparación entre una dimensión y otra.
-Porque allá son más felices.
-Si te animas a reinventarte, allá no hay un doble tuyo que dé problemas ni periodistas que todo el tiempo te recuerden tus escándalos y tus fracasos.
-No, Bérenice. El mundo en este lado será miserable pero vale la pena.
-Le he pedido a Matt que arreglemos esta parte.
-Nadie quiere su ayuda, ni siquiera tú.
-Lo hace por mí. Intento curarme y es el único que sabe cómo.
-Es un gran recuperador de piezas.
-Igual a Sergei Trankov.
-No lo menciones enfrente de mí.
-¿Qué tienes en su contra?
-Toleras todo lo que hace.
-Es un buen hombre.
-Que condiciona su lealtad a la mujer en turno. Le clavó el cuchillo por la espalda a Zooey Isbaza.
-Pero cuida a Carlota y ...
-¡No! Él no la protege, ni le interesa.
-Mejor papel que el tuyo, si ha hecho.
-Esa niña se portaba bien antes de conocerlo.
-¿Seguro? Que yo sepa, parte de tu trabajo era que no se enamorara de ti.

El encargado se aproximó a entregar las bebidas mientras Bérenice posaba sus ojos miel en la ventana. Los de Edwin por su lado, aprovechaban el instante para contemplar los muslos de la joven, el contorno de su cintura y su escote. El vestido que ella portaba era tan corto que en cualquier descuido su ropa interior quedaría al descubierto.

-Quiero disculparme con Carlota, se lo debo - señaló Edwin de repente, sólo para no continuar mirando.
-Mala idea; ella se queda suspirando porque eres un caballero y esa imagen mejora con cada frase amable que le dices. La vi por el espejo esta mañana y pasaste de ser un hombre adorable a casi perfecto.
-¡Te pedí que no la espiaras!
-¡Ella es mi contraparte!
-¿Qué te da derecho a meterte con ella?
-Matt le mostró lo que hay detrás del espejo.

Edwin apartó su vaso. Bérenice le sujetó el rostro delicadamente.

-Carlota ha elegido pensar que alucinó.
-¿Vas a aferrarte a esa mentira?
-Porque se le olvidará pronto, como el dije que sacó del mar. Se acuerda de que la arrojaron, no de cómo obtuvo su joya.
-¿Qué pasará cuando los recuerdos le regresen del golpe y nada tenga sentido?

Bérenice soltó a Edwin y tomó un popote para dar el sorbo, pero no podía hacerlo bien. El líquido no llegaba a su boca y cuando menos lo esperó, terminó vertiéndose la mitad del mismo en la ropa.

-A Carlota le pasa mismo. Se parece a ti.
-Sobre todo en lo mimada. Me cambiaré en casa.
-¿Te quemaste?
-No, es sólo que me está dando calor.
-Tu piel está rosada.
-Qué bochorno.
-Je je. Cuando eras pequeña, te preocupaban las mismas cosas que a Carlota pero nunca han superado su problema con los popotes.
-Ella y yo no somos similares ¿De qué hablas?
-Buenas calificaciones, miedo a las ranas y soccer. Muchas cosas de ti las veo en ella, como la sonrisa, la forma de caminar, de peinarse .. Pero la edad, el gusto en chicos y en ropa es diferente.
-Siempre me gustaron los malos.
-Y a ella los románticos.
-Mientras no se le quite.
-Aunque la lealtad tampoco es la misma.
-Creo que llegué a una edad en la que entendí que debe ser recíproca.
-¿No fui así contigo?
-Saliste corriendo después de perder la cuenta de los besos; a Carlota le has recibido dos.
-Le expliqué que no estaba bien. En tu caso, ya eras una mujer.
-¿Qué diferencia hay?
-Un abismo.
-Muy en el fondo, es bueno saber que sigues enamorado de mí.

Él bajó la cabeza y ella continuó succionando inútilmente hasta derramar de nueva cuenta su bebida.

-Ahora sí arruiné mi ropa ¿Sabes en dónde encontrar un vestido igual?
-En el barrio ruso Cecilia Maizuradze puede confeccionarte lo que quieras en cinco minutos.
-El puente de Amodio queda lejos.
-En todo caso, tengo una buena lavadora.
-El problema será el sostén porque no me puse.
-Hay batas.
-Genial, hace mucho que no voy a tu casa en Blanchard.
-No vivo ahí.
-¿Por qué?
-Es muy grande para una persona. Me quedo en un departamento al otro lado del parque.
-Matt podría verme.
-La salida es usar un espejo.

Bérenice volvió a sonreír; no por alivio sino porqué había olvidado que evadir a Matt era simple. En el Café del Cubano había un espejo junto a la puerta y si el encargado se distraía, Edwin y ella podían cruzar sin contratiempos.

-Este es el plan: yo pago y tú ubicas el edificio Ciprés.
-¿Qué calle?
-Renoir, el número es 27.

Mientras él se aproximaba a la barra, ella fingía usar una servilleta para secar su vestido y revisar su peinado. En un momento dado, ella sacó un labial y retocó el color rojo quemado de su maquillaje; al fondo del local, se escuchó como algo caía.

-Iré a ver que pasa - anuncio el encargado - En un momento les daré el cambio.

El hombre fue a revisar y Bérenice jaló a Edwin, atravesando el espejo y arribando al dúplex inmediatamente.

-Balines Rostov que destruyen todo, mis fieles amigos.
-¿Qué desarmaste?
-Nada grave, solo una repisa con cajas.
-Te creo.
-Mejor enséñame tu lugar, que de entrada se ve más bonito que tu casa.
-Alquilé una habitación.
-Pero todo es grande para ti solo.
-Hoy no tengo sirvientes.
-¿Contrataste gente de servicio?
-Son empleados del dueño, pero como nunca se da la vuelta por aquí, decidí que los miércoles serían el día libre para todos. Es un poco incómodo que me pregunten si necesito algo.
-Muéstrame el cuarto de lavado.
-Está arriba junto a un salón con puerta abierta.

Ella extendió su mano y él la estrechó con firmeza para guiarla. Bérenice ni siquiera curioseaba y la escondida escalera le parecía encantadora. La parte superior del dúplex le hacía imaginarse sentada en un puff sin hacer más que mirar a la nada. Sin emoción, ella descubrió los instrumentos olvidados de Joubert antes de entrar a una habitación fría, cuya limpieza no fue impedimento para que él programara la lavadora y sin preámbulos, Bérenice se despojara del vestido. Edwin sólo pudo quedarse pasmado ante ese desenfado.

-Si decidiera estar desnuda toda la vida, tú nunca te acostumbrarías.

Ella no se movió cuando él se aproximó temblando; mucho menos reaccionó cuando le dió un beso en la mejilla; pero cuando Edwin sujetó una toalla para cubrirla, lo detuvo.

-¿Hay un lugar en dónde nada se refleje?
-No ... No lo sé.
-Llévame a tu cama.
-Bérenice ...

La joven guiñó un ojo y sonriendo de nueva cuenta, consiguió que él le regalara un par de besos más antes de animarse a seguir. Edwin no pensó en nada más que en ella y la condujo a su habitación, en dónde comprendió que su corazón latiría agitadamente y la acariciaría con ansiedad, la escucharía respirar hasta el punto de suspirar y en el clímax, volvería a ser vulnerable a la fascinación que el cuerpo de Bérenice le había provocado siempre, incluyendo la lejana época en la que estuvieron juntos. Todo transcurría tan lento que advirtió que la piel de aquella mujer parecía derretirse en sus manos y que la ocasión no se asemejaba al resto en las que habían hecho el amor con prisas. Aquí, Bérenice estaba consciente de que su novio podía buscarla sin descanso y que al verla con otro, estallaría en celos y desesperación; más probable con ira, pero en caso de terminar sin contratiempos, no lo consideraba un momento de excitación súbito, casual y explosivo. Al tiempo que Edwin le susurraba que no la había olvidado, ella se volcó a pensar en su "hombre de las piezas", escapándosele finalmente el nombre de Matt mientras se estremecía de pasión y se llenaba de culpa. El sexo nunca había sido tan gratificante y tan doloroso para ambos hasta la irrupción de aquél recordatorio que obligó a Bérenice a levantarse de golpe, encerrarse en el baño y sentir vergüenza de tener que buscar su ropa. Por su parte, Edwin caía en cuenta de que era su primera vez completamente desvestido frente a ella, produciéndole una impresión amarga. Los dos se daban de topes.

-¡Matt! ¡Matt! - gritó Bérenice en la regadera, Edwin sólo fue capaz de introducir el vestido a la secadora y entregárselo en cuánto ella sintió el deseo de marcharse y dejar de llorar.

*Espresso servido con una rodaja de limón

Cuando nadie me ve por umovitreo
Nota: no me agrada Alejandro Sánz pero la canción me pareció adecuada.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Javier y los secretos*


Si en Vichy la actividad se encontraba paralizada, en Tell no Tales la cosas no iban mejor. Ricardo continuaba en la ciudad junto a sus hijos y se hospedaban en el apartamento de Lorenzo donde la calefacción no servía y era imposible dormir porque los muebles del sitio eran rígidos. Particularmente, esa madrugada se tornaba insoportable por la insistencia de Javier en averiguar antecedentes familiares.

-Le he mandado tres mensajes a Carlota y no responde.
-Yo tampoco me levantaría a esta hora.
-Pero estás aquí, sobrino.
-Revisando papeles para saber cuándo salió la enfermedad esa que te tiene tomando inmunosupresores. 
-Qué considerado.
-Que me porto como gilipollas, disculpa.
-Un poco más de sutileza no te caería mal, Javier.
-Será más bien cerrar la boca.
-También.
-Venga, que estoy saturado; no me han pagado mi artículo en el periódico, no he encontrado nada en el expediente de Trankov que justifique que lo hayan echado de la ciudad y estoy preocupado porque me da miedo enfermarme. 
-Pensé que habías dejado el tema Trankov en paz.
-No puedo, Ricardo. El tipo sabe cosas que me interesan.
-¿Porqué me llamas por mi nombre?
-Es que si digo "tío" me refiero a un tipo cualquiera y tú eres familia.
-Creí que le copiabas a Andreas.
-¿Mi primo nunca te ha llamado "papá"?
-No le gustan esa clase de motes, qué remedio.

Por su lado, Adrien la pasaba muy bien, lo delataba su rostro cada que hervía leche y devoraba galletas de coco comerciales. También se le había pegado el insomnio y jugaba con su nuevo cubo de rubik y releía sus cómics; todos procuraban evitarle el ruido y nadie trababa conversación con él por miedo a alterar su ánimo distante.

-Sólo he encontrado que el bisabuelo no tenía problemas parecidos a los tuyos, Ricardo. Lástima que el pobre haya fallecido por una falla respiratoria y le hayan abierto desde la tráquea para intentar salvarle..
-¡No me acordaba de eso, gracias otra vez, Javier!
-¡Pero que no me sale bien nada! ¿Os habéis ofendido?
-Mejor actúo como si no lo hubieras dicho, de todas formas ni recuerdo que día fue.
-Jueves, 13 de mayo del 71.
-También pasaré eso por alto.
-¡Perdonadme!
-Buena madrugada, sobrino. Yo sugiero que te abstengas de usar la palabra por el momento. Adrien,  cuando hayas terminado de leer tus papeles con dibujos ve a descansar.

Ricardo desapareció tras la puerta de la habitación que su hermano le había facilitado y los dos muchachos continuaron con sus ocupaciones mientras el frío se colaba por todos lados.

-¿Sí se fue? - inquirió Adrien al cabo de diez minutos.
-¿Ricardo? Ya no está.
-Qué bueno, así te ayudo.
-¿A guardar papeles en la caja?
-No hago trabajo pesado.
-Viéndolo así, yo creo que deberías dormirte.
-Dame las hojas, has revisado mal.
-Toma. El bulto es muy grande.

Adrien se sentó en el piso, agarró los documentos con interés y comenzó a leerlos al azar mientras se balanceaba; Javier se limitaba a observar y sentir pena por su primo ya que era raro que este último se involucrara en una actividad ajena.

-El bisabuelo estaba más sano que yo, el abuelo murió de un resfriado y la abuela terminó enterrada por hipo ¿Hay algo de la bisabuela? De ella no he visto nada.
-Habrá un papelillo por ahí. Hasta donde sé, la bisabuela falleció joven pero no estaba padeciendo ni estornudos.
-Es que cuando un hombre se enferma y es genético significa que una mujer fue quién se lo pasó; eso está escrito en mi libro de biología.
-¿Tú crees que ella andaba mal?

Adrien se encogió de hombros.

-¿Alguna vez han hablado de la familia contigo?
-No.
-¿Te parece extraño, Adrien?
-No.
-Mi padre nunca toca el tema del bisabuelo, hasta se enoja.
-Hace bien.
-¿Pero qué dices?
-El tipo ya está muerto.
-¿No te interesa saber al menos un poco?
-La curiosidad mató al gato y yo no soy el gato.
-¡Eres más curioso que todos los Liukin juntos!
-Hay temas que no deben tocarse y eso no lo has aprendido.
-¡Estudiaba periodismo, vale!
-¿Y no te advirtieron de lo que no puede investigarse?
-Para un reportero no hay límites.
-Estás igual de ciego y sordo que todos.
-Soy muy atento.
-Los otros te consideran peligroso pero muy tonto, por eso te han dejado en paz.
-¿A que gente te refieres?
-A los que se esconden para ver y oír casi todo.
-Si te refieres a la policía o a la marina, a mí me tienen sin cuidado.
-Entonces no sabes nada. Los otros pueden dormir tranquilos.
-Dale que me contestas: ¿Quiénes son los tales otros?
-¿Cuáles? Hay dos clases.
-No capto nada. Para mí está claro que los otros son la gente que no conozco y esos son cualquiera en la calle.
-¿Has comprado ese cuento de que soy ligeramente autista?

La mirada de Adrien podía intimidar a cualquiera y Javier no era la excepción. También su gesto burlón era por demás siniestro, pero no era un chico malicioso.

-Cuando navegas con bandera de defectuoso mental, te enteras de muchas cosas.
-¿Qué ganas con fingir autismo?
-Que no me persigan.
-¿Los otros?
-Son illuminati.
-Ese grupo es sólo una leyenda antigua.
-Tan son un invento que Trankov se encarga de ellos. Me di cuenta porque el guerrillero los reconoce con facilidad y los elimina sin tocarlos. Si Carlota supiera que Trankov los ahuyenta de ella para que no la unan a la élite, de seguro nunca saldría de casa ni le gustarían los balcones o las ventanas.
-Tienes una forma de hablar que hace que no te entienda y que no te crea.
-El truco está en no ser claro y no poner cara cuando me diagnostican con autismo una y otra vez. Entre más aparezca en mi expediente, mejor.
-A la larga sospecharían de ti.
-Ya ha pasado.
-Vale, imaginemos que existe un mundo en el que pienso que dices la verdad ¿Cómo estás tan seguro de que se tragan tu pantomima?
-Porque sigo mi papel con mucha disciplina y luego me desacostumbré tanto a socializar que me han dado ataques de ansiedad. Para no confundir a nadie, también me busqué pasatiempos que me distraigan lo suficiente para no atender muchas cosas y el cuerpo sólo se adaptó al balanceo.
-¿Por qué alguien en sus cabales actuaría como tú?
-Los otros estaban buscando expedientes médicos de todas las familias de la ciudad; así supe que me catalogaron como "defectuoso mental" y a mi papá como "desafío médico". Carlota y Andreas entraron en el grupo de los "sanos alfa" junto con Gwendal pero los Liukin en conjunto somos llamados "ADN dañado". Si me preguntas, es todo lo que sé y les interesan los historiales médicos porque han de buscar nuevos reclutas ya que no dejan entrar a cualquiera a la organización y Sergei Trankov los ha mermado mucho.
-¿Cuál es tu fuente?
-Ya dije, los otros.
-¿Te llevas con ellos?
-No, pero desarrollé trucos para espiarlos. Los otros también llevan un expediente de Anton Maizuradze, que va aparte de los demás. Es el único en la lista de "loco extremadamante peligroso" pero supe que le pusieron como nombre clave "Póker".
-Si los otros son illuminati y el chaval es de su interés es porque ha hecho algo grande.
-Hace dos años, Anton reventó la fuente de Nabokov pero no fue un accidente como él dijo. Días antes había pillado un símbolo de la SS en la llave; cada que hace travesuras destruye cosas similares pero en una persecución del bote fue más allá porque pasó enfrente de la puerta de Santa María del Mar y apedreó una placa en lisak que no se pudo restaurar. La dichosa placa tenía escrita la historia de la ciudad supuestamente, pero los chismosos decían que ahí se relataba una leyenda del origen de la sangre pura pero eso nadie lo sabrá. Lo curioso es que Anton no entiende esa lengua pero sí reconoció una insignia que era igual a una medalla militar de su padre. Los otros dicen que los Maizuradze derrotaron a los nazis en Rusia y no el ejército ni el invierno. Al principio pensé que era mentira pero supe que el abuelo y el padre de Anton inventaron unos aparatos muy pequeños que destrozaban los tanques y los aviones como si fueran rompecabezas y volvían como boomerang a sus dueños pero eran tan veloces que nadie los veía. Al principio los lanzaban solos pero la gente empezó a ayudarlos. Los planos son propiedad del gobierno ruso y nadie los ha podido robar.
-Toda la información que manejas es dispersa.
-Porque los otros se comunican de esa forma. Trankov se ha enterado de más cosas pero lo que me sorprende es que nunca lo han cachado si es tan conocido.
-Espera, a mí Sergei Trankov me interesa.
-¿Te puedo revelar algo sobre él?
-Dale.
-Nadie sabe de dónde viene y sospechan que su nombre es falso.
-Eso me lo imaginaba.
-La razón es que Trankov se desvanece.
-Yo sé que se ausenta varias veces al año y luego regresa como si nada.
-¡Realmente se desvanece, lo he visto varias veces! De pronto su cuerpo comienza a brillar y después de un segundo ya no es visible o se pone transparente de la nada. Los otros no lo saben.
-¡Eso es imposible!
-Tengo la foto - Javier miró la imagen, percatándose de que era ilógico dudar su primo, dado que se había despojado del disfraz - Pero no le cuentes a nadie. La guardo en el número treinta y ocho del Star du North.
-No había oído de este pasquín.
-Es que es una historieta tan mala que nadie la compra, pero si la lees y te aprendes los detalles de los dibujos, descubres un montón de pistas para adelantarte a los otros y al gobierno mundial. Una vez, Trankov leyó un número y fue corriendo al parque a salvar a Carlota; en otro ejemplar, la historia era de una muñeca a la que le arrancaban la cabeza, así que dejé el cómic con la página abierta en el puente de Amodio pero el tipo llegó tarde y mi hermana se quedó en coma. Luego supe que los otros no tenían nada qué ver pero me dió miedo enterarme en una edición de que fueron los rusos quienes lo planearon; pero no se ha publicado porqué.
-Ahora comprendo porque lees a los muñequitos.
-Los nuevos ejemplares salen cada semana pero el viejo del muelle me los regala. Dice que los capítulos no son proféticos, es el escritor quién está muy bien informado.
-¿Cuándo conseguiste el primero?
-Una semana antes de lo de la fuente. Lo anunciaron en la contraportada de mi cómic favorito; pero ya sabía de los otros desde el kinder.
-¿Porqué estás conversando conmigo?
-Nadie oye, el frío es amigo.
-¿Podría leer tus historietas?
-Tómalas cuando quieras.

Javier tiritó en ese instante, Adrien le convidó galletas.

-Así que debo cuidar mi cuello de los enemigos de Roma. Creí que se habían quedado en el pasado.
-Y no he mencionado a la segunda clase de "otros".
-Cierto, hay más.
-Pero de ellos no sé si son peligrosos o son amigos.
-¿Aparecen en el cómic?
-Es lo más raro, no salen en las historias.
-¿Cómo sabes que existen estos otros?
-Los he visto dentro de los espejos y en el agua; a veces los atraviesan y arreglan cosas. Tienen un jefe que está obsesionado con "armar las piezas" y es idéntico a Trankov, pero su carácter es más duro, se viste como Laffitte**  pero sin sombrero y lo acompaña una chica que me reconoció el otro día y corrió detrás de mí. Sus amigos la llamaban "Bérenice" y quería llevarme con ella.
-¿Para qué?
-"Recuperarme porque me había perdido"
-¿Me aseguras que fue a ti?
-Ella me llamó "Kuragin"; ese es el apodo que me puso mi mamá después de que leyó un libro de Tolstoy. Cada que me topo a sus compañeros, huyo porque siempre se pelean con los soplones de los illuminati. En los noticieros los llaman "la pandilla Rostova"
-Entonces sí ubico a esos extraños ¡El otro día golpearon a una pareja de policías!
-Eso fue lo que inventó el gobierno, yo oí a los otros diciendo que los Rostova frustraron un cateo masivo a los rusos cuando se rumoró que los Korobeynikov habían abandonado el barrio Blanchard y comerciaban con heroína en Katsalapov. Los vecinos no tienen a la mafia entre sus simpatías pero los Rostova les agradan menos porque no se sabe qué pretenden. Aunque arreglan las alcantarillas, pintan las casas y barren, la banda causa muchos problemas y nadie quiere ver sustitutos de Sergei. En la historieta aparece la marina patrullando el barrio ruso y eso no es bueno.
-¿Y si me acerco a investigarlos?
-Una de sus reglas es la de no hacer amigos en esta "dimensión" Siempre lo repite su líder.
-¿Probamos a contactarlos en el reflejo?
-¡Ni de broma! El doble de Trankov bloquea los espejos. Además, el viejo del muelle está de su parte y le ha pedido a la gente que no los moleste. No te metas con ellos, Javier y tampoco con los otros. Te dije que Sergei elimina illuminatis sin tocarlos; eso mismo le pasará a su Gobierno Mundial. Los miembros que escuchan y ven casi todo, lo comentan a menudo. Es cuestión de tiempo; los jefes están buscando algo que los perpetúe y entre menos información tengan, menos ayudamos a su causa. Quema todos los papeles y la caja porque podrían robarlos pronto para rastrear el origen de nuestra familia.

El niño cambió su tono de voz a uno más grave para sonar severo.

-Por cierto, vi la viñeta en donde me enteré que no te pagarán en el periódico porque eres amigo de Jean Becaud y él es persona non - grata. Todo mundo cree en la editorial que presentarías columnas suyas haciéndolas pasar por tuyas. Y mañana, no salgas de aquí para reclamar. Los otros estarán de cacería y el grupo de Trankov les dejó sorpresas en todas las esquinas. Los Rostova también plantaron sus trampas en su última excursión, yo los vi. Se va a poner feo.

Adrien se levantó para encender la estufa. A pesar de su inicial resistencia, Javier reunió los documentos uno a uno y contempló la flama que los fue consumiendo. Al limpiar la ceniza, se percató de que su primo había retornado a su rol de autista.

*Para los amantes de las teorías conspiratorias: Los términos "illuminati" (en la historia también se identifican como "otros" con negrita y letra cursiva), "Gobierno Mundial", "nazis" y similares, son meros elementos de ficción utilizados para dar suspenso a la trama y su única intención es entretener.
**El Laffitte al que hago referencia es pirata y mano derecha del "Shichibukai" Marshall D. Teach en la animación japonesa "One piece", a su vez inspirado en el pirata Jean Lafitte.
Dos notas adicionales: Evidencié mi influencia direta de la serie canadiense "Dark Oracle".
La ilustración pertenece al cómic "Íbicus" obra de Pascal Rabaté, mismo que está ambientado en la revolución rusa de 1917.