domingo, 26 de diciembre de 2010

Antes del fin del año

                                              
La persecusión

31 diciembre 2000

Por la mañana, Antón se presentó (más a la fuerza que por otra cosa) a la exhibición de patinaje callejero en la plaza dónde rompió la fuente días antes. A falta de Plushy, la organizadora, una señora llamada Olga Titorenko pensó que el hijo de su vecino era el adecuado para sustituirlo... Como pago le prometió dejarlo comer gratis en Kirkorov ya que era el negocio de su marido y 200€.

Pero una vez finiquitado el compromiso, el chico se colocó su playera, unos jeans viejos y sus tenis para irse en bicicleta por ahí.

Recorrió primeramente su calle, Raisa, pequeña, pero llena de locales que vendían hortalizas, pasó por la calle Pushkin tan llena de vida como en ninguna otra época del año.  Como todos los días, su amigo David le esperaba en la esquina de Katsalopov y Morozov para organizar lo que harían en el día.
En esta ocasión, Antón tenía una cuenta pendiente.

-¿Jugarás?
-Si me dejas patear el primer bote
-Verás como sufren
-¿Pero todo estará bien Antón?
-Si nos dejan dentro la basura nos salimos de ahí y ya

En Katsalopov, un grupo de muchachos aguardaba al chico Maizuradze. La llamada "Persecusión del bote" consistía en obstaculizar al equipo contrario tirando cuánto cesto de basura o similar se atravesara. Sólo podían ir dos de cada bando, uno en bicicleta y el otro corría para asegurarse de impedir o en su caso limpiar el paso. La meta era el mercado del pescado en el muelle y para llegar debían tomar atajos y si se podía, hacer que los rivales se perdieran. Sergei Koronenko, el adversario de siempre les había ganado la vez anterior.

-¿Listo para perder?
-¿Ya estás llorando? Ni empezamos y ya te lamentas
-Eso quisieras Maizuradze... ¿Y para qué invitas al no ruso? Vas a perder
-David es mejor que Maxim y más te vale no meterte con él
-Pruébalo

Antón hizo una seña a su amigo y comenzó la carrera. Durante diez minutos los basura voló, los comerciantes se molestaban y los transeúntes debían realizar malabares para pasar con tranquilidad. David se cayó en la calle Leonova y Antón se volvió a ayudarlo, en eso Sergei los rebasó.

-Perderemos otra vez y por mi culpa
-No importa
-Me duele todo
-Déjalos. Luego los arrastramos.

Ambos supieron que un tomate arrojado por Maxim era el motivo del accidente

-Tramposo. Esto se avienta cuándo van adelante
-¿Todo bien?
-Me di en el hombro
-Vamos de todas formas al mercado
-¿Porqué?
-Si nos van a ganar por lo menos que sea porque llegamos después. El señor Ponarina sabe que hacer para que ese dolor te deje en paz
-Dale

En el camino, vieron de nuevo a Sergei y compañía y continuó su competencia

-¿Seguro David?
-He tenido peores lesiones

A toda velocidad, los amigos llegaron al sitio acordado primero ya que faltaban pocas calles pero los adversarios no respetaron el acuerdo y siguieron detrás de ellos. En las orillas del muelle Antón se dió cuenta de que ya no eran perseguidos

-Detente
-Qué bueno porque ya no siento el brazo
-Descansemos
-¿Cómo te fue en la mañana?
-Bien ya sabes. Tarasova diciendo que tengo futuro, aplausos y mi mamá grabando todo
-No te envidio
-Te llevo con Ponarina

En el camino Antón creyó ver a Carlota y más se sorprendió al ver que ella compraba caracoles y pulpo con sus amigos. El local de Ponarina vendía todo listo para comer

-¡Antón! ¡Canalla! Hasta que al fin apareces
-Hola señor.
-Vienes con tu amigo
-Lo de siempre.... Hola Carlota
-Hola
-Te vi en la mañana
-Me invitaste
-Cierto.. Lo olvidé. Él es David

Tina murmuró entre sus amigos

-¿Quiénes son? Se ven descuidados y hasta raros ¿No?

John fue el que habló

-¿De dónde conocen a Carlota?
-No tengo idea . Jamás me habló de ellos
-Mientras no quiera que nos juntemos con ellos

El convivio en la playa transcurrió con tranquildad a pesar de las bromas que Antón jugaba y tenían a Carlota riendo sin parar. Después el chico se adelantó a Paul y la invitó a dar un paseo pero Sergei se apareció y no tuvo más remedio que tomar su bicicleta e irse con David.

-¡Feliz año Carlota!
-¡Gracias! ¡Igual para ti!

Antón se alejó con una alegría impresionante. Los amigos de la niña lo miraban irse desoncertados.
-¿Cuándo lo conociste amiga?
-Cuando me llevó a dar un paseo Tina







miércoles, 22 de diciembre de 2010

Cuatro historias de Navidad (Segunda parte)

                                                
El regalo
25 de diciembre 2000

Isabelle Shepard acostumbraba desde hacía diez años realizar una cena en la que servían fondues, bolitas de queso, pan italiano y Delobel para celebrar Navidad. A diferencia de otros lugares del mundo dónde la cena se realiza el veinticuatro, en Tell no Tales era el día posterior y se acostumbraba una reunión con los amigos.

Gabriela y Ricardo eran los encargados de proveer el postre y las flores que adornaban la mesa esa noche. Andreas y Adrien jugaban, en la cocina Susana e Isabelle sacaban del horno el pan y cuando lo colocaron al centro todos tomaron asiento.

Carlota disfrutaba la charla con la que Pat Low mantenía entretenidos a los presentes, Jean Michel Jeunet hablaba de cómo se le había ocurrido filmar con Isabelle, Jeremy Poirier que había vuelto a la ciudad sólo para Navidad comentaba acerca de lo fácil que era conseguir cualquier cosa ese día y sobre las recomendaciones que escuchó en Italia sobre viajar a Tell no Tales.

Cuando Casey tocó a la puerta comenzó algo más divertido: la espera de las campanadas y al llegar éstas se celebró la verbena que los monjes preparaban. En la calle la fiesta continuó. Entre dulces, ponches y buenos amigos la noche prometía ser la más feliz del año.

Ricardo llamó a Carlota y la llevó a la puerta del edificio dónde vivía Isabelle

-Gracias por el catalejo, fue un lindo detalle
-De nada
-Parezco un niño desde ayer
-Me alegra que te gustara
-Yo tengo algo para ti. Es muy especial y creo que eres la indicada. Este brazalete me lo dió tu madre el día que nos casamos, nunca me quedó pero espero que lo conserves.
-¡Gracias papá! ¡Te doy beso!
-Bien volvamos

Gabriela al encontrarlos preguntó:

-¿Dónde fueron?
-Por ahí ... Por ahí. Ya sabes que me encanta estar con mi hija

Algunos cantaban y otros brincaban o sacudían las manos. Esa noche muchos se conocían.
La fiesta duró hasta las nueve de la mañana.





                                                                Las campanas
  
                                            "Las campanillas son felices cuándo tú no estás
                                              Las campanillas cantan sobre una verdad
                                              La luna partida reclama que te vas"

Esta cancioncilla solía cantarse durante diciembre y era una forma de despedirse del año. Gabriela la susurraba para no despertar a nadie. Le gustaba estar junto a su árbol y comerse en secreto las galletas de nuez que Ricardo había colocado ahí.
Muchos años de su vida transcurrieron con tranquilidad. La suerte de estar al lado de un hombre íntegro y con una familia que adoraba sin duda, era signo de que algo muy bueno había hecho.

Franz De Patie por su lado, decidió dejar la diversión para después. Intrigado por la inocente melodía revisó los campanarios de las iglesias en toda la ciudad. Al no encontrar nada pensó que tal vez era imaginación suya pero al escucharla de nuevo en la playa no tuvo dudas.

-No quiero hacer esto... Muelle allá voy

El viejo que le hizo encontrar a Evan sonrío al verlo.

-Ya era raro que no vinieras
-Necesito su ayuda
-Jaja mira muchacho solo eres pez de agua dulce, te matarán las pirañas
-¿Qué significa el acertijo de las campanillas?
-Eso lo desconozco. Ese villancico es más bien una amenaza. Cuándo se llevaban a un preso las campanas sonaban y era exhibido ante todos. La gente era muy mala.
-Interesante
-Pero piensa hombre de acertijos.... ¿Qué verdad esconderían las campanas?
-¿Porqué hablan de la luna partida? Será menguante o creciente
-Es un lugar mi estimado
-¿Cómo lo sabe?
-El reflejo de la luna se quiebra en algún punto de la ciudad. Las campanas antes servían para indicar los movimientos lunares pero una fase quedó incompleta. Búscala.

Franz esperó a que anocheciera. Las luces en la ciudad brillaban demasiado. Desde la Catedral contempló todo. Mientras los habitantes se encontraban en celebración, Franz observó como el anciano tenía razón. En Santa María del Mar el destello lunar se perdía. Con más temor que afán investigativo
caminó hasta llegar ahí. Entró. Le extrañaba que en una noche cómo esa, el lugar estuviera vacío. Buscando con exactitud el sitio marcado revisó el piso. Una placa tenía escrito:

                               "En memoria de Matt Weymouth y Lía Liukin. 1932"

Grabada en el mármol una imagen de la luna estaba quebrada.... Pero había algo más: El villancico de las campanillas poseía otro fragmento:

                                                  "Las campanillas están gritando
                                                    Alguien aquí terminará en el mar"

-No puede ser.....El mar se tragará la ciudad..... Y todas las noches escuchamos el aviso a las ocho

lunes, 20 de diciembre de 2010

Cuatro historias de Navidad (primera de dos partes)

                                                       
  La casa
24 de diciembre 2000

-¿Cuánto falta Andreas?
-No mucho. Ya casi llegamos
-Estoy cansado
-Hemos caminado dos horas
-Cuesta arriba y aún nos falta
-Ya no
-¿En serio?
-Mira. Aquí está lo que quiero mostrarte

En lo más alto de la campiña tellnotteliana, una pequeña y vieja casa de ladrillo, evidenciaba mucho deterioro. Las ventanas rotas, las cortinas quemadas y un abandono total la habían convertido en refugio de drogadictos y alcohólicos durante la noche.
Ricardo se preguntaba que era lo que hacía ahí y porque su hijo mayor lo había convencido de perder un día de trabajo.

-Este es tu regalo de Navidad de papá. Felicidades
-¿Venir a un lugar en ruinas?
-No está en ruinas..... Está un poco desordenado
-Es inhabitable
-Tú solo entra
-¿Para qué?
-Encontré la casa familiar
-Mi padre jamás vivió en la campiña
-Pero mi bisabuelo sí. Ésta es su casa

Ricardo, con la curiosidad de saber si Andreas hablaba en serio cruzó la puerta. El olor a alcohol barato y marihuana era penetrante, había paja y un intento de cama en el suelo. El débil color azul en las paredes, ya sucias por el tiempo aún ayudaban a iluminar un poco el espacio

-Han tratado muchas veces de cubrir con persianas todo para que no pase la luz. El papel no resiste mucho
-Ya quiero irme
-Espera papá. Si revisas encontrarás algo

Ricardo tuvo un abuelo que jamás le mencionó ese lugar, es más, ni siquiera le contaba de como había sido su vida en las montañas. Goran Liukin detestaba la ciudad y a veces salía a refugiarse en algún campo de flores; también era frecuente que él se pasara unos días apartado de todos.
Tratar de remover la basura acumulada en el piso era inútil. Andreas se quedaba como espectador, con su sonrisa a punto de carcajada y con la certeza de que saldrían de ahí con un buen momento para recordar.

Pasaron varios minutos y Ricardo seguía sin dar con lo que Andreas le insistía que buscara. Harto decidió dejarlo, pero su pie golpeó algo. Se inclinó a levantarlo y no pudo contener la nostalgia.

Un cuaderno pequeño, cosido a mano, con las hojas amarillas y con dibujos plasmados en ellas era la sorpresa. Era un obsequio que alguna vez, el abuelo Liukin recibió. Por alguna razón, no había sido destruido. Toda una época de vivencias estaba ahí, como un viejo amigo a su regreso después de un viaje muy largo. Con los ojos humedecidos, Ricardo recorrió cada hoja y agradeció a su hijo mayor. Andreas entonces, rompiendo la emotividad del momento dijo:

-Lo bueno es que afuera podemos sacar agua para lavarnos las manos
-Ya lo creo
-Pero también tengo otra sorpresa... bueno me pareció como tu estilo
-¿Qué es?

Caminaron después de asearse hasta uno de los tantos campos de flores que adornaban el bosque tellnotelliano. Era el único lugar dónde no hacía frío. Desde ahí, podía verse todo lo que rodeaba Tell no Tales: las montañas, la playa, los acantilados, la nieve que no muy lejos de ahí adornaba un bello pinar. Inclusive, la misma ciudad se había convertido en el paraíso.
Ricardo supo porque Goran, de alguna forma, se había negado a dejar sus memorias de lado.
Andreas se quedó en silencio. Bajaron al atardecer.





La moneda

Camino a casa, Andreas compró un perfume para su madre. Al recibir cambio, decidió que aprovecharía y comería uno de esos pastelillos de chocolate que tanto le gustaban. Una vez que pagó, entró Evan Weymouth al local. El encargado dió al muchacho una propina por un mensaje que en la mañana recibió Franz De Patie por unas galletas que había apartado. Con esto, la moneda de Andreas comenzó un camino, por así decirlo.

Evan la usó para adquirir un timbre postal que su padre anhelaba desde hacía tiempo. El filatelista más tarde invitó un trago a Pat Low y el cantinero (el padre de Evan) lo dió a la arqueóloga, quién al olvidar su celular, tuvo que utilzar el teléfono público del muelle. La moneda fue a caer a manos de un joven que acostumbraba golpear esos aparatos para obtener dinero y costear la cerveza. La moneda volvió a mano de Don Weymouth pero no por mucho tiempo ya que la entregó a un viajero que la necesitaba, éste se tropezó y la perdió. Fue encontrada por David. Creyendo en un golpe de suerte, la apostó en un juego de fútbol y recibió el doble para después encontrarse con Antón y comer una pizza, pero cómo el padre de su amigo se las dió gratis, compró unas rosas para Amy. La chica de la florería llevó la moneda al negocio de enfrente para terminar con una pequeña deuda. En Totmianina, el hijo del dueño, la tomó prestada y fue gracias a una copa de vino con la conoció a su futura novia. Ambos jugaron cara o cruz antes de retirarse y dejarla sobre la barra. La mesera la guardó en su bolsillo y la ocupó para costear una moneda de chocolate para su pequeño. En la dulcería, Gabriela la recibió y pasó a comprar una ensalada a la madre de Tina, que a su vez entregó la moneda a Paul y después de caminar, se la regaló al mismo viajero de horas antes que al fin compró su boleto para el Tren del Cielo y un sándwich. En la estación, Isabelle Shepard la tuvo en su mano. Isabelle pagó un taxi, posteriormente el taxista recogió a Boitano y Boitano en el Vodianova entregó la moneda al capitán de meseros. Éste hombre adquirió los regalos para su familia. La moneda fue dada a Casey Low y ella la entregó a Adrien. Adrien la regaló y un vagabundo comió. En la fuente de Nabokov (ya reparada) el carnicero la aventó para pedir un deseo, pero su tiro fue tan malo que se atravesó en el camino de Antón quién cayó al piso ya que se quedó atorada en su bicicleta. La recogió y fue a dar a manos de Carlota cuándo le devolvían la diferencia por envolverle los presentes que le daría a su padre. En casa, Andreas miró la moneda con curiosidad y la colocó como adorno en su árbol decorado con galletas.


miércoles, 15 de diciembre de 2010

El baile de las flores


Agosto 1915

Lía amaba a Matt. A pesar de tener diecisiete años, ella se casaría con él la siguiente semana. Nada era más bonito que pensar en eso.
Era época de los bailes y de pasar las noches cenando en algún barco. La familia Weymouth era invitada a cuánto evento se realizaba y para festejar el compromiso organizaron una fiesta a la que mucha gente de alta sociedad asistió. Los Liukin como buenos montañeses no tenían aires de realeza. Conseguir un traje adecuado o un vestido refinado no había sido fácil y tratar de pasar por gente importante no se les daba.
Las personas presentes hablaban sobre vacuidades, buenos vinos y música elegante. En la mesa principal las risas eran muchas. Tanto Lía como Matt cumplían con la regla de ir vestidos con el mismo color y  estilo. Él había estudiado ingeniería en Francia y volvió a Tell no Tales al comenzar la guerra. Ambos se habían conocido en misa al llevar los presentes al cura. Lía por su parte le enseñaba a leer a los niños en una pequeña escuela situada a las afueras de la ciudad, era muy culta y esperaba entrar a la Universidad para estudiar Arquitectura.
Entre ellos existía magia. Al coincidir descubrieron que tenían gustos y convicciones parecidas, se enamoraron al poco tiempo y eran casi inseparables. A veces ella llegaba tarde a casa y su padre pedía explicaciones. Otras la pareja escapaba y no volvía hasta el día siguiente...
Los Weymouth se sentían incómodos con las miradas de los demás. La futura mujer de su hijo era dorada y en la ciudad era mal visto que un joven respetable se relacionara con alguien así.
Goran Liukin, el padre de la chica, mencionó de súbito el tema tabú

-Mientras duren las hostilidades en Europa va a ser difícil que el Gobierno nos preste atención

Silencio. Ninguno de los presentes estaba dispuesto a hablar del tema pero el señor Fabian Weymouth preguntó

-¿Porqué lo dice?
-Quedó pendiente la Ley Igualitaria. La ciudad necesita que sus habitantes tengan todos los derechos que procura la Carta General
-Dudo mucho que retomen el tema. Los legisladores se ocupan de Europa por el comercio y cuando haya acabado la guerra será prioridad reconstruir la diplomacia y renovar contratos de exportación.
-Por eso mismo este es el momento de hacer entrar en vigor las leyes precisas
-Y también es momento de brindis

Lía se apartó un poco con su padre

-Papá no es el momento de mencionar asuntos políticos. Sólo te pido que esperes hasta que se haya celebrado la boda
-Me dijeron que querían una conversación inteligente
-Inteligente sobre viajes, arte... qué se yo.. pero no de la guerra y las leyes
-A ellos no les simpatizamos. Te ven con desprecio y si no lo hacen con asco es porque ante Matt no se atreven. Dejaré estos temas porque se trata de ti pero no me pidas que lo haga después
-Gracias
-¡Hey! Aquí estás
-¡Matt!
-Señor Liukin le pido permiso para compartir esta pieza con su hija
-Claro

En esos años se acostumbraba que las parejas comprometidas bailaran haciendo pequeñas obras y podían ser extravagantes. Al terminar, Lía y Matt sin que nadie los viera, abandonaron el barco y volvieron a bailar bajo la luz de la luna y a pasar unas horas realmente solos. En la mañana se despedirían mientras corrían a sus casas para no ser descubiertos.

Ese sería su último día juntos ya que él no asistiría a la Catedral de Tell no Tales a casarse. Ella al poco tiempo vería morir a su madre y sus vecinos enfermar inexplicablemente. Con los años la familia Weymouth lo perdería todo y los Liukin se verían envueltos en un escándalo espantoso que terminaría para siempre con un gran amor.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Pequeña Rusia


El secreto familiar más vergonzoso de los Liukin estaba olvidado parcialmente. En algunas reuniones en la campiña la gente lo contaba como simple anécdota sin saber los nombres de sus protagonistas. En su tiempo había sido un escándalo. En el barrio ruso un grupo de actores trabajaba en una obra basada en el viejo relato con el fin de presentarlo en el Festival de Arte Dramático y Danza Rusa que cada diciembre se celebraba en la calle Pushkin. En los negocios se regalaba turrón de nuez a todo aquél que entraba.
Carlota por esos días buscaba un regalo para su padre cuando un incidente le cambió el destino.
Anton, conocido por sus vecinos por ser el nuevo campeón junior, en un intento por jugar una broma a sus amigas reventó inesperadamente la fuente de Nabokov. El caos por el agua que salía en violentos borbotones no se hizo esperar. Muchos vieron su ropa arruinada. Un policía se acercó, en eso se oyó

-¡Antón Maizuradze!

La madre del chico arrivaba más preocupada y apenada que furiosa. El oficial le entregó una multa

-De todas formas la tubería ya estaba oxidada así que la ciudad pagará más de la mitad.
-¿De dónde sacaré 1000€? ¡Sabes que no tenemos tanto hijo! ¡Hay que pagar las reparaciones de la pizzería, tus entrenamientos y ....!! Disculpe oficial
-Con este niño cubro mi cuota diaria de infracciones
-¡Ea! Que el muchacho no lo ha hecho de maldad - dijo un anciano
-¡Perdónalo! - dijo otro

Cómo sabía que con su hijo era difícil buscar una solución, lo dejó ir. En eso llegó David, el mejor amigo de Antón.

-Te traje un blini
-Gracias
-¿Qué pasó?
-Abrí de más la llave de la fuente y explotó
-Jajajajaja me hubieras dicho y te habría ayudado
-No tienes tanta suerte
-Jajajajajajajajajaja
-Vamos al centro
-¿Pasamos por Amy?
-Primero por Hannah y Elena
-¿Y Natalya?
-También. Hoy no tengo que ir a pista, sirve que estrenamos tu balón
-Conseguí una reta en Olenska. Si ganamos saldremos corriendo para que no nos den una paliza
-Perfecto
-¿Y ese milagro que Tarasova no te dé clase?
-Me dijo que si ganaba Nacionales y Selectivos me daría el resto del mes de descanso
-Pero tienes torneo en enero
-Hasta febrero. Lo malo es que Weir se lesionó
-¿Qué le pasó?
-No sé bien pero mandarán de reemplazo a Weymouth a Four Continents para que compita conmigo

Una vez que el grupo se reunió, se dirigieron al callejón Olenska en el centro. Aunque las chicas no estaban seguras (los contrincantes eran mayores) vieron a sus amigos jugar y burlarse de sus retadores. Antón no contenía su sarcástica forma de celebrar goles hasta que se dieron cuenta de que todo había terminado

-¡Se acabó la risa!

Con ese grito todos salieron en desbandada pero Antón esperó un poco y tomó la pelota propiedad de los contrarios y comenzaron a perseguirlo. Velozmente llegó a Piaf y tuvo una idea. David que lo había seguido al darse cuenta de que tomaba dirección contraria a la de él exclamó

-¡¿Antón que haces?!

El chico viendo fijamente a quiénes iban detrás de él pateó el balón.... Que rompió la ventana de la habitación de Carlota. El balcón se llenó de los cristales mientras ella asustada decidió ver quién era el culpable.

Afuera, Antón se llevó las manos a la cara y a la nuca. Todo se aquietó. La niña salió a reclamar pero en eso él dijo

-Corre
-¿Porqué?
-Corre

La tomó de la mano y se fueron a toda prisa. David igual hasta que los perdió de vista.

De nuevo en el barrio ruso (mismo que rodeaba al del centro) se detuvieron.

-¡Suéltame quieres!
-Perdón
-Llévame a casa
-Luego. No quiero encontrarme con esos tipos
-¡No! Tú me trajiste aquí así que me regresas. Tengo que ir de compras
-¿Compras de qué?
-Un regalo para papá
-Entonces este es el sitio adecuado. Son las dos. ¿Tienes hambre?

Antón la llevó por su vecindario hasta que llegaron a un local muy concurrido atendido por los Kirkorov.

-Toma. Borscht. Es saludable comer sopa todos los días
-Gracias
-¿Ya se te quitó el mal humor?
-Un poco
-Me llamo Antón
-Lo sé. Te vi en televisión. Campeón Nacional la semana pasada y el domingo te llevaste el trofeo de selectivos. Irás a Europa
-Tienes que probar algo

Pasados unos minutos el llegó con otro plato

-Es golubzì
-No me gusta la col
-La amarás después de darle oportunidad a esto

Ella le hizo caso. Antón era saludado por todos y las risas eran muchas. Cuando llegó el té, Carlota se dió cuenta de que el chico la evadía respecto a su experiencia en el hielo. ¿Porqué?

-Ven

Salieron. Un almacén llamado "Totmianina" vendía artículos de todo tipo. Desde elegantes plumas hasta equipo de pesca, elegante y además accesible.

-¿Qué le gusta a tu padre?
-Adora pintar
-¿En serio?
-Y colecciona libros viejos con ilustraciones japonesas y chinas... le agradan los cuentos
-Aquí encuentras eso y más

Encantada por las sorpresas que la tienda guardaba terminó comprando un catalejo y un viejo mapa.
Antón la llevó por helado y finalmente por Pirozhkí (empanadas) y pan negro para su familia.


El reloj marcó las cinco. Cerca de la estación Soloviev se despidieron


-No te dije pero mi nombre es Carlota


Al día siguiente, la niña volvió. Antón la encontró en uno de los cafés de la calle Dobrev. Ese día le presentó la pizzería de su padre, el único lugar atípico del vecindario.


De padre ruso y madre italiana, Antón Maizuradze era el segundo de tres hermanos. Hiperactivo y risueño, ellos buscaron la manera de aprovechar su energía y después de descartar el hockey,  lo enviaron con Lena Tarasova, quién al notar su talento decidió entrenarlo en la pista Witt reservada al nivel senior. A pesar de sus logros, él no patinaba por convicción; únicamente lo hacía para mantener tranquila a Cecilia, su madre. 
Sin embargo, su mente siempre ideaba otras formas de expresión e incidentes como el de la fuente eran comunes. En contraparte, Antón era bastante buen amigo y demasiado leal. 


Los músicos callejeros en Pushkin eran el preámbulo del desfile inaugural del Festival. Los rusos son el grupo inmigrante mayoritario de Tell no Tales y la gente los adora. Carlota escuchaba con atención mientras él bailaba con una anciana; esta mujer había colocado la foto de Antón al lado de la de el nuevo ídolo de la ciudad, el también nacido en el barrio ruso: Plushy

sábado, 4 de diciembre de 2010

El maldecido


Dentro del folclor tellnotelliano existía además de la leyenda de los mala sangre y el milagro, un relato acerca del enamorado de la "musa inmóvil", un infortunado que venía predestinado y nada podía hacerse al respecto. Este hombre, además, tendría que cargar con la sombra de alguien más: el precio sería llegar a la cima sabiendo que otro la merecía.  Franz De Patie lo contaba en el muelle con la esperanza de que alguien le diera la descripción del chico que debía buscar.

"Hace tiempo un niño encontró en las montañas un viejo reloj de arena. En vez de llevárselo, lo escondió para que nadie lo viera hasta que se rompió. Dentro encontró un papelito en el que decía que quién destruyera ese objeto vería su descendiente enamorarse de una mujer dorada, bella pero enferma."

-¡Así no va idiota!
-Disculpe
-Te lo dice un nieto de pescador
-Perdone pero así me la han enseñado
-Entonces salga de aquí. Si cree en ignorantes largo de mi muelle
-Si usted sabe dígame en que me equivoqué
-En todo. Si quiere saber en que le mintieron vaya con Don Weymouth
-¿En dónde puedo encontrarlo?
-En la cantina del Panorámico. Es el único sitio
-Gracias
-Ni agradezca inculto

Con la idea de que el viejo le hablaba en clave (sólo alguien como De Patie entendía) se dirigió al lugar indicado. Don Weymouth  atendía en un lugar escaso de clientes. Orgulloso, mostraba las fotos de Evan, su hijo, un campeón de patinaje que esa noche tenía competencia. Fuera de eso, el lugar recordaba barcos y tenía varias imágenes de chicas de los cincuenta. Incomodado por el ambiente, Franz se sentó a la barra. Los parroquianos lo veían con extrañeza.

-Buenas noches padre. ¿Se le ofrece algo? Tenemos una cerveza exquisita
-Con agua estaré bien
-Es extraño verlo aquí
-Me he dado cuenta
-¿Ve a ese joven? Es mi muchacho. Competencia junior hoy en la noche y si gana tal vez pueda irse de aquí. Le he dicho que si quiere un futuro se aleje de este lugar. Estoy orgulloso de él

Franz sonrió ligeramente. El cantinero tenía casi un altar dedicado a su vástago.

-Cumplió quince y ha ganado como doce medallas. Casi todas de oro. Hace un año le salió rival pero yo confío en que mi hijo gane la nacional. Se irá al Grand Prix o algo así o al Mundial. No sé bien porque me confundo.
-Felicidades
-¿Sabe padre? El joven necesita patines. Lleva varios meses con unos que no resistirán. Ha estado estresado porque lo evaluarán con dos escalas distintas... Según prueban cuál sistema sirve.... Para mí del uno al diez y ya.
-Jajajaja Si me pregunta estoy de acuerdo con usted
-¿Y que lo trae aquí?
-Cansancio. Llegué de Roma con urgencia. Ya se imagina.... El Cardenal Rossetti quiere que haga unas cosas, como pronto será Papa busca un candidato a secretario.... Me temo que estoy en el sitio equivocado
-¿Y quién no lo está en Tell no Tales? Los que nacimos aquí estamos estigmatizados y perseguidos por quién sabe... Todo el tiempo existen tragedias.. pero ve esto (señalando la televisión con el torneo de su hijo) y dice que la vida no puede ser mala. De patinaje nada me llama la atención pero por él lo que sea.

Pasados unos minutos, De Patie salió sintiéndose bastante triste. El viejo del muelle seguía ahí.

-¿Cómo supo que es él?
-La pregunta sería porqué.
-Lo alejaré al final de su participación
-No te lleves a nadie a Roma. Las cosas aunque se retrasen van a suceder
-No creo que lo merezca
-Eso ya es cosa de el chico. Su familia paga con él los platos rotos por culpa de una mujer
-¿Qué mujer?
-El abuelo de Don Weymouth se enamoró de una dorada de sangre limpia y la mató. Lía Liukin le advirtió que su descendencia la pagaría.. El mito siempre dijo que la familia más pura le pasaría la maldición de la mujer inmóvil a un hombre inocente. Como viejo agente Neo te digo que me creas...
-No me queda otra
-Dejé el trabajo porque tengo dignidad y familia aquí. Escondí a los Liukin de los Lachey. No lo eches a perder. También estuve con otros sacerdotes como tú así que más te vale ir con cautela. En el Vaticano esconderán al chico pero no te lo recomiendo. Lo que ha de caer que caiga.

Caminando rumbo al centro, De Patie decidió visitar a Ricardo al Vodianova

-Así que también verán aquí el torneo
-¿El de patinaje?
-Ese
-No hay nada más que ver
-¿Porqué no le apagan?
-Los comensales están atentos. Ya pasó la primer tanda
-¿Quién va primero?
-Evan Weymouth... Pero ahora veremos que pasa por la segunda calificación con el sistema nuevo
-Una pregunta... ¿Cuál era el nombre de tu abuela Ricardo?
-¿Para qué quieres saber eso?
-Curiosidad. La mía se llamaba Victoria
-Lía.... no la conocí. Mi abuelo decía que la mató un hombre rechazado

Franz tomó una mesa. Mirando la competencia y a un Evan que de primero, terminaba en tercer lugar descifró el segundo acertijo: El viejo se dió cuenta porque el chico se parecía a su bisabuelo; un acusado de homicidio que nunca fue condenado.



miércoles, 1 de diciembre de 2010

Pat


Diciembre 2000
"Laboratorio
Facultad de Historia y Arqueología 
Universidad de Humanidades de Tell no Tales"

Eso decía la placa en la puerta del laboratorio donde Pat Low laboraba. Casey decidió visitarla. Hacía tiempo que la abogada no vivía la ciudad y mucho más había pasado sin ver a su madre. 
Tocó a la puerta y una voz ligeramente nasal le indicó pasar.

-¿Qué es esto?
-Requerimiento de evaluación de testigos para el caso Sak. Demanda solicitada por Jeremy Poirier en contra del Instituto de Salud de la ciudad
-No sabía que ahora sólo venías previo oficio
-Necesito hablar contigo y tuve que recurrir a una cortina de humo
-¿Y se te ocurre hacerla a partir de un caso viejo?
-Y archivado. Lo presentaré con el argumento de duda razonable
-¿Poirer sabe?
-Claro. No haría esto sin su conocimiento
-¿Sobre qué quieres hablar?
-Trabajaste con Poirier 

Pat volvió a su trabajo. Un viejo esqueleto, lleno de polvo y residuos varios era su objeto de estudio

-Según una orden no puedo manipular mucho el cuerpo
-¿Porqué?
-El museo de Arqueología quiere que venga un antropólogo de Toud. Lo siento por los restos de este hombre. Sólo debo cuidarlo y asegurarme de que nadie lo toque. 

Ambas salieron a caminar por el campus. Pat se veía cansada pero no indispuesta.

-¿Qué sabes de los mala sangre?
-Sólo que en Londres hay mucho interés por esa historia . Dicen que esa sangre es perfecta por ser pura. Gente de alto nivel está dispuesta a pagar lo que sea por mezclarse con esas personas. Los neonazis no han muerto

Casey veía a su madre irritada por esto. Arqueóloga férrea Pat Low había conseguido una carrera a base de un esfuerzo tremendo. Casey de hecho, parecía su hermana y no su hija.

-¿Además de esto a qué más has venido?
-No me evadas. Estás molesta
-Respecto a la declaración no tengo más que decir

Pat le sonrío irónicamente, le arrebató su maletín y dijo
-A partir de este momento son mis reglas. Lo que salga de mi boca es extraoficial
-Igual a especulación. No será válido en la Corte
-Convoco a mi derecho de silencio bajo reserva
-¿Es un secreto?
-Te contaré una historia

Caminaron aún más hasta El Silencio, llamado así por ser un lugar dónde sólo los profesores iban. Atrás de la Facultad de Música era tanta la calma que por eso se le llamaba así. Nadie pasaba.

-Cuando trabajaba con Poirier supimos de una lista en la que se registraron todos aquellos que poseían un tipo de sangre igual al de Sak. Las anotaciones comenzaron en el cincuenta. Coinciden con personas que desaparecieron o fueron asesinadas en ese entonces
-¿Dónde la encontraron?
-En la antigua casa Lachey
-¿Cómo?
-Los Lachey no son tan inocentes como yo pensé.... Excepto tus amigos, el resto de la familia solía colaborar en operaciones Neo a gran escala. Varios fueron a dar a Cobbs por su intervención. Se disfrazaban de "ayuda".  Era común que las fugas fueran descubiertas. A los Lachey no los mataron los Neo
-¿Quién?
-Los Neo sólo limpiaron la zona y asumieron el riesgo de culpa. Lo demás no lo sé
-Es todo
-Se matan por nada
-No entiendo
-Te entrego la lista y verás la razón
-No es necesario
-Recuerdo cuando íba a las protestas en los sesenta. A comienzos de, más bien. El maldito que me violó buscaba la sangre y creyó que era portadora. Gran idiota
-Ese idiota es mi padre supongo
-Cierto. Recuerdo que él dijo "¿Qué sería de Navidad sin Cascanueces?" Es lo más absurdo que he escuchado en toda mi vida

Previendo que pronto sería la hora de comida, Pat llevó a su hija al barrio ruso. Parecía que ninguna de las dos tenía mucho que decir.

-Así que todo es por una raza superior
-Esa sangre es veneno
-¿Poirier acaso la estudió a fondo?
-Fuera del cuerpo esa sangre se degrada y forma un compuesto que es letal si se utiliza en transfusión. Con solo meter la aguja y extraer un poco se acabó. No sirve a menos que quieras sufrir una muerte dolorosa en una semana. Lo descubrimos por un accidente que no quiero recordar. Murió un pequeño y lo lamento aún

Pat se retiró sin despedirse. Sólo advirtió: Dile a tu amigo ruso, a Urmanov, que de mí no obtendrá nada

Por la tarde la arqueóloga concretó cita con Boitano

-Pat
-¿Eres el padre de Casey?
-No. Pat eras muy joven y yo.. me rechazaste
-¿No fuiste tú?
-Creí que Jared era el padre. Me haría cargo pero te vi con él
-A Jared lo mató la policía
-Casey Low no es mi hija
-¡Demonios! Toda la vida pensé que eras tú. El último día que nos vimos te enfadaste tanto
-Tenías razón
-Tú con una esposa y unos hijos que perder y yo con dieciséis años. En el sesenta y tres estuve en la marcha a favor de elecciones... un tipo me dijo que necesitaba mi sangre y... Casey nació y eras el único que sabía que esa historia es real

De regreso en el laboratorio, Pat buscó la lista de Poirier. Nombres de conocidos y amigos cuya pérdida lamentaba. Revisando, el nombre Liukin apareció. En ese momento volvió a guardarla para aventarla al mar esperando quedase atrapada en la antigua catedral.

En Londres, Harry Shepard mandó llamar a Isabelle. Tomando una copa de Delobel al escuchar los pasos de ella mencionó

-No me agradan las fiestas pero necesito de ellas. Hace mucho que no estás aquí. Si te mandé llamar es para no sentirme tan solo
-Pronto acaba el año
-¿Qué sería de Navidad sin Cascanueces?

De fondo sonaba Tchaikovsky

-Siempre será mi favorito Isabelle



viernes, 26 de noviembre de 2010

Hands Clean


Durante días Carlota pensó en la mejor forma de burlar a sus padres y, al más puro estilo de Andreas escaparse. Algo pasó entre Edwin y ella; lógicamente, se moría por decirlo a alguien. El sentimiento que esto le provocaba la desbordaba de alegría.
Sólo pensaba en el momento que dió su primer beso: Edwin no alcanzó a decir o hacer cosa alguna y la niña lo vió alejarse (después de despedirse, claro) antes de ponerse hipersensible.

Paul, su amigo y hermano de Tina le llevó una canasta de manzanas con chocolate para celebrar que ella al fin salía de cama y también para invitarla a la parrillada que su madre haría.

-Este año será hawaiiana
-¿De verdad? Le diré a mamá.
-Bueno Carlota. Mi mamá preparó algo especial para tu padre
-Jajajajaja
-No te rías de mi madre
-No me río de ella. Es sólo que no creo que él vaya
-Día de tsunami. A todo mundo le dan el día.
-Cierto. Cuenta conmigo.
-Andreas está invitado.
-Espero que no arrase con las costillas este año
-No lo dejaré. Nos vemos más tarde

Todos esperaban la violenta ola que azotaría la costa esa tarde, calurosa, llena de luz. Parecía primavera y no verano.

Poco antes de ir a casa de sus amigos, Carlota en su habitación probó un nuevo peinado y en vez de usar un vestido, se colocó jeans. Al poco tiempo comenzó a saltar en su cama y ver fotos mientras simulaba dar otro beso. Al encender la radio, una canción desconocida le hizo subir el volumen.
Andreas que iba pasando por ahí (sin camisa ni playera porque en su casa no le gustaba usarlas) alcanzó a verla por la puerta entreabierta. Gabriela que quería ver de dónde provenía tanto ruido, se sorprendió de que el responsable no fuera su hijo mayor como solía ser. Éste comentó

-Ya era hora

Gabriela también observó a Carlota besando fotos, fue ahí cuándo decidió ir al Vodianova.

-A nuestra hija ya le atraen sexualmente los hombres

Su marido tiró todo lo que traía en las manos

-Tenemos que hablar si no queremos que le pase algo como a nosotros Ricardo

Discutieron el tema en la azotea del edificio dónde vivía la madre de Tina y Paul. También aprovecharían que Carlota estaría después en la pijamada de su mejor amiga para encontrar la forma de dirigirse a ella.

El tsunami se dejó sentir a las cinco en punto. Con gritos y aplusos terminó todo. Ya en la noche, Tina jugó con Carlota para contarse sus nuevos secretos.

-¡Le gusto a Bradley. Me di cuenta ayer que estuvimos en la dulcería y se me quedó viendo!!
-¿Y él te gusta?
-Un poco.
-Entonces dile
-¡No! Me da pena. ¿Y tú?
-La verdad lo quería dejar para el final pero ya no puedo
-¿Qué Carlota?
-¡Besé a Edwin!

Tina enmudeció y poco después comenzó a gritar con ella
-Él tiene veintinueve
-¡Sí lo sé!
-¿Y qué dijo?
-Nada. Luego se despidió
-¿Qué se siente dar un beso?
-¡Aún siento la emoción!

Ambas gritaron durante unos minutos más. Como coincidencia, Carlota volvió a escuchar la canción del mediodía y pensó que la letra decía justo aquello que, de ser mayor, le expresaría a Edwin; y también fantaseaba con la posibilidad de crecer y Edwin cayera rendido ante ella.

"Me haría un poco la difícil si él me espera"

sábado, 13 de noviembre de 2010

Ángeles en la ventana // Primer presagio de una tragedia inevitable


Carlota no recordaba nada.
Nadie supo quién la había llevado al mar ni el motivo por el cual fue arrojada.
Vicktor por su parte, se arrepentía de no haber sido más cauteloso. Era cierto que su motivo era asesinar a la niña; pero el hecho de ser casi descubierto obligó a su abogada a llevarlo a Moscú.

-Necesitamos la sangre
-Pero no de ella
-¿Y por eso la quisiste matar? Es la única que nos la puede dar.
-Mirai, ella no. Debe haber otras personas
-Dime quiénes y con gusto tomas el siguiente vuelo

En Tell no Tales el mal tiempo no cesaba. La gente salía poco y el Hospital General recibía demasiadas consultas, todas relacionadas con resfriados severos.
Carlota era vista por el médico a diario. Sus padres no la dejaban salir de cama. Andreas de vez en vez le llevaba té y platicaba con ella. El teléfono sonaba con frecuencia. Tina llamaba cada dos horas.
Edwin la visitó por última vez. Él iría a Inglaterra. La abrazó fuertemente. En medio de su shock, Carlota logró reconocerlo y lloró todo el día apenas él se alejó. Ya en la noche, soñó con alguien observándola. Despertó y le pareció ver a cuatro personas, todas desconocidas y vestidas de blanco que al ser darse cuenta escaparon menos una. Tenía el rostro de Edwin y le sonreía. Se sentó en su cama y logró hacerla dormir de nuevo
                                                          
                                                                           II

Franz De Patie por su parte, ya convertido en sacerdote, investigaba un reporte sobre Anthony Sak y su pérdida de memoria. Según el informe, el antiguo capitán Blackhawk presentaba lapsos en los cuales no reconocía absolutamente a nadie, pasados períodos de dos a cuatro días, se reponía y  pasaban meses sin que se presentara una deficiencia, pero su trastorno era progresivo y llegó el momento en que no se recuperó . Peor aún, tuvo una semana inmóvil, simplemente porque no recordaba cómo era la función. Se suicidó estrellando su auto en la carretera, completamente desesperado porque los médicos no podían ayudarlo. Escarbando más, De Patie supo que el estudio sanguíneo reveló un tipo que los doctores desconocían y que no tenía RH. Fue ahí que le vino a la mente el relato de los mala sangre, el cuál surgió porque la "gente azul" despreciaba a la "gente dorada", los cuáles eran, en el mejor de los casos, tratados como sirvientes. Cómo sólo se relacionaban entre ellos (los dorados), su sangre no se mezcló y permanecieron puros hasta que la gente llegó a la bahía. El final decía que aún existían personas así.

-Detesto que te expliques siempre con mitos Tell no Tales- Exclamó pero en vez de dejarlo todo como misterio, contactó a Jeremy Poirier, el cirujano que atendió a Sak.

-Dejé la neurología hace tiempo. No sé en que puedo ayudarte.
-Supe que llevaste el caso Sak
-Por eso empecé a hacer investigaciones sobre enfermedades sanguíneas
-Era tu hipótesis en el caso
-Y lo sostengo
-¿En que te basas?
-Revisando sus estudios descubrí que sus células atacaban las neuronas de la memoria y el sistema psicomotor
-¿Seguro que no era cáncer?
-Eran sus plaquetas y glóbulos blancos
-¿Y que pasó con el RH?
-Es lo que más me intriga. No existe. Todos nosotros tenemos un derivado de ese tipo sanguíneo.
-¿Qué?
-La personas doradas tienen un poco más arraigadas las características de un plasma como el de Sak, pero reitero que es muy ligero. Aparece un RH lo que me hizo pensar que Anthony estaba enfermo desde el principio pero en el hospital atienden a su esposa y debo decir que ella presentó la misma condición hasta que se quedó sin defensas.
-¿Sin? ¿Qué pasó?
-Alguien envenenó a Rachel Wagner con plomo hasta que destruyó sus células inmunes. Todos los días la inundan de medicamentos para evitar que contraiga infecciones. Ella desarrolló los mismos síntomas  hasta que su conteo de defensas fue cero. Lo que más me sorprendió  fue que después su sistema neuronal se restableció en totalidad. ¿Porqué el interés?
-Fui a casa de una amiga y me contó que su hija estuvo a punto de morir. La vi ¿Recuerdas en el seminario cuándo nos enseñaron los dibujos del "Corazón del mar"?
-La leyenda sí. Otra vez sangre ¿Porqué?
-Carlota Liukin lo sacó del agua
-De Patie, no juegues. Eso no es verdad.
-Te lo comprobaría pero los Neo han vuelto. Ten cuidado. Borra tus registros de análisis. Ven a verme. En Roma estarás seguro
-¿Porqué? ¿Qué tiene que ver?
-Si lo de la mala sangre es verdad estamos en problemas. Es lo que están buscando.
-Otro cuento.... ¿Qué sucede?
-¿Qué ocurre si un mismo tipo de sangre dentro de un grupo se gasta?
-Viene una alteración a nivel genético
-¿Pero antes?
-La raza se mantiene limpia. Sus características permanecen
-Los dorados se mezclaron sólo entre ellos por mucho tiempo
-Sólo es una habladuría. Inventos
-¿Has encontrado a alguien más que tenga la condición de Sak y Wagner?
-No.
-Si la sangre no se renueva aparecen alteraciones... ¿Y si fue eso lo que le ocurrió a Sak?
-Poco probable
-No imposible.
-Sak no se enfermó jamás de niño. Tenía mucha fuerza física... Rachel Wagner en contraparte es inusualmente lista.... Ambos dorados....
-Carlota es dorada.
-Sigo sin entender
-Encontró el corazón y solo una persona de sangre pura lo portaría.
-¿Insinúas que ella tiene el mismo tipo de sangre que esos pacientes?
-Puede ser


                                                                   III
Carlota no entendía porque su memoria no daba para saber que era lo que le había ocurrido. Todos le hablaban de como la habían traído a casa. Su mente divagaba y lo único fijo en su conciencia era que aún sentía frío. El incidente con Vicktor sería el primer recuerdo perdido de su vida.

lunes, 8 de noviembre de 2010

El milagro en el agua


De Carlota podrían decirse muchas cosas. Una, es que se trata de una niña demasiado cursi. Le encantan los bombones, los corazones y las tarjetas de amor. Para ella, las personas se enamoran justo a tiempo. De la persona indicada. Siempre. También le gusta ver a Edwin... él es bastante mayor que ella. Es portero de un equipo exitoso. Casi todos los días va a verlo a su práctica. Por supuesto, los jugadores se han dado cuenta y se burlan de su compañero. Cuando Carlota no asiste, él lo nota pero hasta ahí.
Tina es su mejor amiga. Comparten gustos similares. Siempre se cuentan secretos como que Carlota le tiene miedo a las ranas y Adrien le es casi un extraño. Con el gemelo (aunque no se parecen en nada.. ni en el color del cabello) casi no se lleva. Su adoración es Andreas. A menudo manifiesta que quisiera verlo más tranquilo. Por su hermano ella haría lo que fuese.

Respecto a su relación con Ricardo y Gabriela, sobra decir que es muy buena. Ha procurado hacerles caso pero eso no significa que no le gusta tener una que otra vivencia sin que las personas a su alrededor tengan conocimiento.

El diseño se volvió su refugio. Dibujaba todos los días. Con eso compensaba sus deseos frustrados de ser patinadora. En la escuela le iba muy bien. Otra de sus debilidades es ir de compras. Su nuevo sueño, (aunque cambiaría), era convertirse en abogada.
Como todos, soñaba con su licencia escolar y las cosas que haría en ese tiempo. También adoraba ver a Plushy, el patinador que prometía hacer grandes cosas.

Llovía demasiado desde la fiesta en la playa. Eso era indicativo de algo no muy bueno. El mal tiempo presagiaba los tsunamis y aún no era época. Faltaban dos meses para ello.

Carlota salió a comprar pan hojaldrado. Era tan intenso el frío que debió usar guantes. En las ventanas, la escarcha formaba hermosas figuras.

En la panadería se encontró con Edwin. Apenas y lo saludó. Él en cambio, le deseo una buena tarde.
Al salir de ahí, Vicktor (que procuraba verla con cierta frecuencia aunque en secreto) le invitó una malteada. En la calle, la gente corría porque comenzaba de nuevo una llovizna.

-¿Cómo has estado pequeña?
-Bien. ¿Dónde estabas?
-En Rusia arreglando unas cosas. ¿Y tu madre?
-Trabajando. Ha estado un poco enferma.
-¿Algo grave?
-No. Sólo gripe.
-¿Cómo vas en el hielo?
-No pasa nada. No puedo ir.
-¿Porqué?
-Mis padres no me dejan
-Pensé que tu deseo era más fuerte
-Practicaba a escondidas pero me descubrieron... Sólo puedo salir de casa siempre y cuando todo esté en Piaf.
-¿Por eso estamos aquí?
-Sí.
-Tu madre no se caracteriza por cambiar de opinión.. ¿Pero Ricardo?
-No sé que le haya dicho mi madre pero no quiere ni hablar del tema
-Mal caso.
-No puedo entrar a la pista. Me lo prohíben cada que voy. A eso llegó esto.

"Mal anda todo" Pensó Vicktor

-Voy a casa. Gracias
-¿Tan pronto?
-Sólo iba por pan. No quiero que me busquen
-Espera. Vine porque debes ver algo
-Lo siento

Caminando y aprovechando que ya todos estaban en sus apartamentos Vicktor sujetó a Carlota y tapó su boca. La llevaría por la fuerza. La niña estaba aterrada. En la playa, las olas formaban turbios y agresivos remolinos. De pronto él la arrojó a ellos.
Todo abajo era muy oscuro. La fuerza del mar la arrastraba y Carlota comprendió que pronto se ahogaría. No tenía en dónde sostenerse. Sintió de súbito una tranquilidad pasmosa. Tal vez el preámbulo de su muerte. Pero no. El mar la llevó a un extremo profundo y calmo, tan azul y transparente. La imagen era irónicamente bellísima. La roca la atraía lentamente y pronto se golpeó contra ella. Fue ahí dónde alguien la sacó.
Edwin creyó ver de reojo en Piaf a Carlota y a un sujeto que no conocía. En vez de dejarse llevar por las dudas, se aseguró de seguir la aparente ilusión óptica. En la bahía sin embargo ya no tuvo tiempo de averiguar. Mientras Vicktor huía, él se arriesgó a rescatarla. Pero una vez ahí, al igual que a la niña se quedó maravillado. Sólo que él estaba consciente. Nadó con mucho esfuerzo y finalmente salió con ella. La llevó a casa.

Gabriela y Ricardo estaban asustados. Edwin sólo pudo hablar de lo azul que estaba el agua.

Vicktor mientras tanto, en los acantilados estaba atónito.

-¿La leyenda es verdad? ¿Qué és lo que hay allá abajo? Sé que Carlota es demasiado especial... pero... ¿Tánto para qué sacara el "Corazón del Mar"?

El Corazón del Mar era un dije de plata que se presumía, sólo una persona con sangre pura portaría. Según contaban, la vieja catedral de Santa María del Mar se había hundido y con ella el Corazón. La que todos conocían sólo era una réplica.

Carlota en cama, recibía cuidados especiales. Su madre que desconocía como era esta joya la colocó en una cadena y se la puso a su hija.
 Vicktor por su parte pensó en la leyenda del milagro. Una figura extraviada de Santa María un día llegó a la bahía tellnotelliana. Con ella un dije oculto en un sobre. Un pirata echó ambas cosas al mar cuando su barco se hundía con el fin de salvarlas. Cuando la catedral original se hundió por un tsunami, el Corazón se perdió pero la Virgen volvió de entre las olas a la mañana siguiente al salir el Sol.

Cuando Carlota estaba en el agua el dije se le adhirió en el cabello.

Los Neo durante años buscaron al o la portadora con el fin de descubrir un tipo de sangre muy raro.

martes, 19 de octubre de 2010

Bailar


Julio 2000

Andreas estaba fuera de control. Había terminado la secundaria de milagro y tenía a sus padres preocupados. Gabriela y Ricardo, aunque no lo querían (por lo que representaba), comenzaban a pensar seriamente en enviarlo a Cobbs. Ese verano el chico comenzaba su licencia escolar, es decir, la tradición tellnotelliana de no ir a la escuela desde los quince hasta los dieciocho o diecinueve años, edad en la que iniciaban la Universidad; y ya era presa de los problemas. Esa tarde, Andreas tuvo una pelea en la playa.
Ricardo debió ir a la estación de policía. Luego de pagar una multa, la oficial Marton los dejó ir.

-No me interesa saber porqué golpeaste a un muchacho, me interesa saber que estabas pensando
-Tú no lo viste. Él tipo insultó a una chica que pasaba.
-Lo mismo dijiste el día que tu madre tuvo que ir a la escuela porque le partiste la nariz a uno de tus compañeros
-¡Bueno ya! No te azotes
-¿Disculpa?
-Que ya no te enojes
-Contento no estoy. ¿Cómo se supone qué debo tomar esto?
-Ya pasó
-Tu madre se quedó muy alterada.... Trato de ser muy paciente pero es la tercera vez que vengo hasta acá porque no te contienes.. no sé, pero me vas a tener que pagar esta
-¿Qué?
-El restaurante busca mesero. Arréglate con Solokoff. Me debes 175 €. Y olvídate de tu verano
-La competencia de surf es mañana
-Que pena

En casa, Ricardo no se atrevió a decir a su esposa lo sucedido. Lo único que ella supo es que en la playa las cosas habían salido mal.
Andreas se retiró a su habitación. Furioso. Esa vez él había dicho la verdad. Carlota fue dónde su hermano.

-¿Qué pasó?
-Mi padres están locos.
-No les digas así
-Nunca me creen
-Te la pasas gritándoles y te sales sin permiso
-No iré a competir mañana.

Andreas miró la tabla de surf que había comprado por vender cosas viejas.

-No le ganaré este año a Hoult
-¿No la pueden hacer otro día?
-Mañana es la competencia, si ganaba me daban los 100 € para pagarle a papá y una tabla nueva
-¿Pagarle a papá?
-Me arrestaron por golpear a un tipo más grande en la playa... No te asustes
-¿Porqué no le dijeron a mamá?
-No sé. Cosas del viejo
-¿Porqué te metes en tantos líos?
-Mira niña, tú no sabes. No entenderás hasta después, cuando crezcas hablamos

Andreas la abrazó y la besó en la frente

-Prometiste que no volverías a tener problemas con la policía
-Uno de los de dieciocho como tú les llamas trató mal a una chica. Dijimos que si me metería si agredían a alguien. Además estoy bien niña
-Tienes el ojo morado
-No es nada

Andreas cambió su playera, se colocó su gorra y se dispuso a salir para una exhibición callejera de skate.

-Estás castigado
-Eso es mañana. Al menos Hoult sabrá de que se perdió.

-Espera
-Adrien
-¿Me llevas?
-Claro. Te enseño mis trucos
-Va
-¿Te quedas Carlota? Es día de pizza

Ella no sabía que pensar.  Le sorprendía la actitud tan despreocupada de su hermano mayor.

"Actúa como si no nada" "¿Qué hago?" le pasaba por la mente.

-Bueno vamos- contestó - ¿Mi mamá ya sabe?
-Saldremos por tu cuarto niña ¿No te importa?
-Pero ¿Y si nos busca?
-Ella sabe dónde puedo estar además de la playa

Los tres se fueron. Era obvio que Carlota sentía que no era correcto pero Andreas no era alguien que retrocediera una vez tomada una decisión. La tarde pasó como agua y lo que se pronosticó nunca ocurrió. Andreas despreocupado cumplió su palabra y al llegar de nuevo a casa nadie temió castigo porque ni Gabriela ni Ricardo se encontraban.

En la noche sin embargo, se desató la discusión entre Andreas y sus padres. éstos últimos reiteraron que nadie iría al torneo de surf. Andreas inclusive los dejó hablando solos. Tal era su frustración que no reparó en su hermana.
Carlota se dió cuenta de qué tan importante era para él lo del día siguiente.

Por la mañana el último intento del mayor de los Liukin no fructificó. La niña vió a su hermano apesadumbrado tratando de perder el tiempo con una pelota de goma. Entonces tuvo una idea.

-Le diré a mamá que voy al parque porque Tina me llamó y me invitó una malteada con mis amigos. ¿Me acompañas?
-¿Qué más da?

Dicho y hecho. En la calle Andreas iba de mala gana pero el semblante le cambió. John el amigo de su hermana los esperaba con una tabla.

-¿Qué es esto?
-Vamos a tu competencia - John intervino-
-Mi papá no la usa y Carlota me dijo que tú la necesitabas
-Te van a regañar niña
-Nadie lo sabe

Entusiasta, Andreas se inscribió en la competencia. Carlota lo veía contenta.

Uno de los meseros del Vodianova fue con Ricardo y le habló de lo que ocurría ya que había visto a Andreas en su calentamiento. Evidentemente, llamó a su mujer. Quedaron de verse y se encontraron con un Andreas triunfante en su prueba y a una Carlota que lo abrazaba sin importar mojarse.

-Andreas y Carlota

Los hermanos al divisar a sus padres supieron que estaban en problemas pero el anuncio de la segunda tanda hizo que Andreas se diera la media vuelta y retornara al agua. Gabriela y Ricardo lo esperaron sin evitar emocionarse, y más cuando supieron que su hijo ganaba.
No hubo tiempo de regaños.
Esa noche era la fiesta de el personal de los museos en la ciudad. Sería una lunada. Adam Boitano, ahora a cargo del Instituto Cultural organizó todo. En la bahía.
 La familia Liukin se aprestó al festejo.
Andreas se sabía castigado de sobra y con mucho rigor pero no paraba de agradecer a Carlota. Éste sería el primer favor que ella le haría en la vida.

Al anochecer decidió hablar con su hermana

-Gracias
-De nada
-Te quedarás sin salir
-No sé
-¿Porqué hiciste esto por mí niña?
-Es Hoult. Él no me agrada
-¿Porqué?
-Se porta como un tarado y me jaló el cabello
-Yo te defendí
-Es mi venganza
-No fue por mí
-También fue por ti... Le debes pagar a papá
-Pude trabajar
-No tendrías tabla nueva

Alrededor de la enorme fogata los presentes cenaban, pronto sonó una canción bastante alegre. Andreas, que solía detestar esa clase de detalles miró a Carlota, extendió su mano y dijó:

-¿Me concedes esta pieza?

Ella sonrió y aceptó. Era medianoche y el mar estaba tranquilo.

jueves, 14 de octubre de 2010

Réquiem por Harry



Tratando de animar a Isabelle, Susana y Gabriela la llevaron al bosque. La actriz seguía alterada. Su hijo se enteró de lo ocurrido a los dos días de la muerte de su padre.


A esta mujer nada lograba calmarla, así que sus amigas le hicieron hablar acerca de Harry. El relato, sin embargo, reveló más de lo que esperaban.


-"Mis padres se separaron cuando yo tenía un año. Mi madre se quedó en París. Vivíamos en un departamento muy chico cerca de Les Halles. Ella trabajaba de cajera en una panadería y también de mesera en un bistro. Mi padre se fue a Londres con sus amigos. Él jamás nos visitó, ni nos dió nada. Harry Shepard es un aristócrata que honestamente no sé que pretendía cuándo nos dejó solas. Sólo se la pasaba con los de su clase.. A los 10 le dije a mi madre que quería ser actriz e ingresé al Conservatorio. A los cuatro años se hizo una audición para un filme de Jean Michel Jeunet. El papel era el de una chica de mi edad que trabajaba en un burdel y se enamoraba de un cliente de cincuenta años. Me quedé con él. Mi madre se enojó mucho. pero como supo que yo grababa a escondidas me acompañó. Al exhibirse la cinta Shepard me mandó llamar y fui a Londres. Él envió los papeles de divorcio a mi mamá. Me regañó y enseguida me obligó a ir a un internado en Essex mientras en Cannes se preguntaban ¿Quién es la pelirroja que sale en "Chloè"? Pero no resistí ni seis meses. Me iba de fiesta con los más grandes y un sábado, un prefecto idiota me descubrió besando a un chico y enseguida llamó a mi padre. Él me sacó de la escuela y comenzó a llevarme a las fiestas de su núcleo social. Me dijo que su hija no debía no debía ser prostituta... Pero siempre me exigió que me vistiera de gala y conviviera con los hijos de los nobles... básicamente él quería que me eligiera uno de ellos.. Deseaba que me mostrara ante su círculo. Lo peor vino cuando le preguntaron por mi madre y el contestó que ella era una mujer que jamás había tenido lujos ni salido al mundo y no estaba enterada de muchas cosas.. era la forma "elegante" de decir que mi madre era ignorante y pobre.. Yo le grité en ese momento que no se atreviera a ofenderla.. Volví a París y al Conservatorio. Jeunet me buscó y comenzamos a realizar más películas.. A cada estreno mi padre se enfadaba... A los 17 mi mamá enfermó de cáncer.. cuando yo debuté, Harry Baudelaire ya era una estrella y lo conocí justo en esa época cuando rodábamos "Benvenuta, madame" en Bari. Jeunet decía que el clima de Italia sería benéfico para mi madre... Recuerdo que , antes de conocerme, Harry declaró que yo era "un pésimo intento de actriz" y que sólo haría la película "para que las admiradoras estén complacidas". Al presentarse, Harry fue de lo más arrogante y creí que él de verdad era insoportable.. Pero lo cierto es que él fue siempre muy cortés y amable.. Jajajaja inclusive le gustaban mis películas jajajajajaja. Y sí, Harry era un actor muy exigente y una persona de gustos caros pero muy elegantes.. le encantaban los inconseguibles como una colección de lámparas del siglo XVIII hechas a mano con cristal florentino diseñados para los duques de York o los trajes de Legerfield más raros... Recuerdo que la prensa nos inventaba romances y peleas y él sólo los leía e improvisaba monólogos. Yo me casi me moría de risa. Como su madre era italiana, nos llevó a Milán a verla y comer en su restaurante. Un día me preguntó si sería buena idea aprovechar el momento y confirmar a la prensa que estábamos juntos. Todo era una simple actuación y como a mi me encantaban sus extravagancias accedí con la condición de que cumpliéramos con el cliché del glamour y la arrogancia y aceptó. Los tabloides italianos cumplieron el sueño de muchos de ver a los dos actores más renombrados de Francia y la prensa internacional no daba crédito pero tomaban fotos de los cocteles a los que íbamos, nuestras visitas a los museos y nos perseguían. A mi madre no le agradó. Habló conmigo y fuerte. Le molestaba lo que sucedía entre Harry y yo. No le era admisible. Al terminar el rodaje ella me llevó al viñedo de mi abuelo en Saint Rèmy. Pasamos ahí unos meses hasta que se estrenó la cinta. Harry y yo esta vez si coincidímos. A él le gustaba mucho un vino provenzal "Delobel, Cabernet Sauvignon". Cada que Harry lo pedía, los asistentes de producción se retorcían por completo porque no sabían dónde hallarlo; así que le dije que el vino era elaborado por mi abuelo y quiso comprobarlo. Mi madre nos acompañó.. En Saint Rèmy supimos cómo ella conoció a mi padre. Yo no podía creerlo. Harry Shepard tuvo que convencer a mi abuelo para casarse con mi madre. Él hizo de todo. El problema surgió cuando ella se negó a mudarse a Londres porque habían acordado quedarse en París y después mi padre quiso comprar el viñedo y tuvo una fuerte discusión en la cual mi madre se puso de parte de mi abuelo. A partir de ahí todo se vino abajo..


Una de las cosas que me asustaba un poco era que Harry tenía el mismo nombre que mi padre.. era raro. Éramos muy buenos amigos eso sí, aunque seguíamos con nuestro teatro frente a los demás.. hasta que mi madre murió en un accidente. Mi padre fue al pueblo a buscarla días antes. Nadie lo recibió de buena manera pero insistió en que necesitaba hablar con ella. Recuerdo que iban a cenar a veces. Un día mi madre fue a la estación de tren porque quería visitar Niza y alguien chocó contra ella. Mi padre no fue al entierro, la única persona que estuvo ahí además de mi abuelo fue mi amigo Harry. Al volver a París me mudé a Champs-Elysées. Yo me refugié en convivir con Harry todos los días. Mi abuelo también falleció a los dos años y me heredó el viñedo. Lo conservo aún.
Filmé varias cintas desde la muerte de mi madre y un día tenía veintiuno y Harry y yo nos dimos cuenta de que nuestra pantomima ya había durado cuatro años y él había cumplido 34 y simplemente estábamos en Montecarlo de vacaciones y me dijo "cásate conmigo" y yo siguiéndole la corriente solo dije sí en el Registro civil de Mónaco y fue noticia de titulares. Yo llevaba puesto un abrigo azul marino y mis zapatos Ferragamo de tacón de aguja negros y él solo con su nuevo traje Armani.. Nos hicieron una entrevista y no tuvimos luna de miel porque mi padre me mandó llamar a Londres ese mismo día. Volé de emergencia. Comenzó a llover y llegué a la hora del té. Mi padre esa vez me ofendió y me hizo llorar.. le reclamé lo de mi madre. Él me pidió que no me metiera en sus errores. Al menos logré que admitiera que él sentía remordimiento por lo que había pasado con ella, pero retomó el tema de la boda y se dedicó a decirme que yo era una aristócrata y Harry Baudelaire era un presuntuoso actor idiota con aires de realeza pero sólo era inferior. También que yo sólo servía para exhibirme como moneda de cambio cada que actuaba. No podía defenderme pero llegó Harry y le exigió que me dejara en paz y me retiró de ahí. 
Ninguno de los dos sabía que era lo que sentíamos pero nos complacía estar juntos. Me acostumbré a vivir al estilo de Harry y llegó el momento de descansar de nuestras carreras..Teníamos cinco años casados. La Universidad de Tell no Tales buscó profesores nuevos y Jeunet convenció a Harry de intentarlo. Yo estaba embarazada de Jean Luc, tenía 4 meses. No deseaba mudarme pero él se determinó a hacerlo y lo seguí. Arreglamos todo y sólo estuvimos en París para el nacimiento de nuestro hijo. Para llegar hasta acá en vez de tomar el tren tomamos la carretera y yo me desesperé y en la ciudad nada me parecía rescatable. Mi primer día de clases.. ¿cómo olvidarlo? yo veía a los alumnos con miedo y los trataba horrible. La Facultad de Artes Escénicas acababa de abrir la carrera de Cinematografía. El salón donde daba clases era muy chico y Harry impartía la lección de Apreciación en el Laboratorio de proyecciones que habilitaron. Yo podía escuchar su voz todo el día. Susana fue la primer persona que me habló ya que ella montaría "Un tranvía llamado deseo" y yo adoraba esa obra. Después me habló de ti Gaby y aquí estamos ahora. La niñera de Jean Luc se fue y yo debía cuidarlo sola.. como madre soy un desastre, no se cómo debo comportarme con mi hijo pero mientras estuvo, Harry me ayudó lo más que podía porque tenía más trabajo. Yo sugerí que a los patinadores se les dieran clases de teatro y danza y ya tenemos dos parejas campeonas de danza y una chica en la misma condición.. Cada idea loca era apoyada por Harry, comencé a amar este lugar porqué el lo amaba. Es tan inusual cómo lo era él. Cada Navidad la pasábamos en París y escuchábamos solo chanson... Nunca dejamos de ser parisinos, de tener costumbres francesas, nunca dejamos de comer cassolet o boullabaise. Creo que siempre se notó. Cuándo comenzó la huelga él estuvo de acuerdo con la causa. Redactó la carta que le entregaron al Jefe de la ciudad.. me duele mucho que se haya ido."


Isabelle Shepard recordó aún más de París. Harry Baudelaire finalmente fue tan parisino como ella... pero tenía más arraigado el espíritu de la Ciudad Luz. Harry Baudelaire descrito en una palabra definía todo lo que significa París.


lunes, 11 de octubre de 2010

Funeral


Noviembre 1999

-¡¿Cómo se atrevió ese maldito a acercarse a mi hija?!
-Calma. No estás pensando claro
-¡LLevamos un año recibiendo la correspondencia de Vicktor! ¡Comprendo que mi hija lo admire, pero que él tenga tanta falta de vergüenza y la exponga a tantos riesgos hacen que lo quiera matar!
-Gabriela, mírame. Estás al extremo de la paranoia
-¡Nunca han amenazado a tu familia Isabelle!
-La carta de hoy seguro es una broma
-¡¿Una broma?! ¡¿Un sello Neo es una broma?!
-¡¿Qué asesinaran a mi marido hoy fue una broma?! ¡A ti te amenazan pero a mí me acaban de dejar sola! No le puedo decir a Jean Luc. No soy capaz de mirar a los ojos a mi hijo. A ti por lo menos te avisan y puedes prevenir las cosas. Lo peor es que mi padre me llamó hoy y no fue para condolencias sino para reiterarme que cometí un error al venir aquí. ¿Qué se supone que haré ahora?
-¿Qué pasó exactamente?
-Los marines entraron a la Universidad y dispararon. Harry defendió a una chica y.. el resto es historia
-¿Dónde esta Jean Luc?
-Lo dejé con Susana
-Discúlpame

Isabelle la abrazó

-No importa

La huelga de la Universidad de Humanidades se había salido de control ese día. Las demandas de incremento salarial a la docencia y a intendencia, así como un rechazo al recorte presupuestal originó que varios se sumaran a un paro que no duraría más que un par de horas, pero la negativa gubernamental de siquiera escuchar causó todo. Al no poder controlar el movimiento, los marines desde Cobbs irrumpieron en la escuela. Aquello parecía una regresión al 85. Sin embargo, esta vez, lejos de inhibir los estudiantes se volcaron a las calles. Isabelle Shepard había cambiado mucho en Tell no Tales; era más agradable, más risueña, menos arrogante. Tenía amigas de verdad cosa que jamás le sucedió en París. Esa noche el velorio sería muy concurrido. Toda la noche y gran parte de la mañana los compañeros de trabajo y alumnos de Harry dejarían sus condolencias.
Gabriela pensó la cantidad de fallecidos que en su vida entera la rodeaban y lo cierto es que eran muchos. 
Al llamar a Casey a Londres y comunicarle lo sucedido sintió un escalofrío. Un aroma que reconocía. Era Todd Dobs.

-Hola
-Me llamaste por una información
-Esta carta
-Es verdad todo lo que dice
-¿Quién es tu fuente?
-Uno de esos millonarios idiotas que vacacionan en Nueva York y que paga por verme patinar en galas de evasión de impuestos.
-¿Nombre?
-Harry Shepard
-¿El padre de Isabelle?
-El mismo. Ella tiene que ir en contra de su progenitor ahora.. Shepard es un aristócrata que toda la vida ha pasado por encima de los demás y el Gobierno lo tiene consentido. Lo de ayer es algo que Shepard sabía. Isabelle tiene que saber que su padre lo admitió.
-¿Y lo mío?
-Cuida a Carlota. 
-¿Qué te dice ese papel?
-"Ya sabemos quién eres. No intentes rebelarte o tu hija se muere... Tu familia está en nuestras manos..Te hacemos la vida imposible Gabriela Lachey.. Carlota es muy lista y muy bonita"
-Tiene lo que ellos quieren
-¿Qué es?
-Eso no lo sé.. Sólo aléjala de la pistas.
-No puedo hacerlo. Ya tiene los patines. Ricardo la llevará a las clases. Insistí pero no puedo coartarle los sueños a mi hija
-Lo tienen planeado: tu hija está hipnotizada por el hielo, la atacarán ahí
-No me lo va a perdonar

Todd se retiró. Gabriela se aprestó a ir al entierro.

Isabelle desconsolada se dió cuenta de que el mundo entero (literalmente) la observaba. Harry Baudelaire, el inolvidable actor francés se despedía del mundo acompañado de la extravagancia refinada que lo caracterizaba. Extrañamente ese día Carlota y sus amigos, John, Paul, Bradley y Tina fueron a la playa con Jean Luc y Susana par aprovechar el soleado día.

En la Plaza Principal se proyectaba "La maison, le café et un homme charmant" el filme que llevó a Harry a la fama.

sábado, 9 de octubre de 2010

La canción de Carlota


2 de agosto1998
-Tengo diez. Pensó Carlota

Había sido un año memorable. Tell no Tales conoció la emoción y el triunfo de la mano de los deportistas de luge y de Tara, una chica que la niña Liukin admiraba. Gabriela nunca le permitió a su hija tomar los patines y seguir el ejemplo de la sorprendente campeona de Nagano. El tercer lugar en el Mundial de Francia también los hizo festejar... http://www.youtube.com/watch?v=HsUkwCM1BQk

El vestido gris de la niña contrastaba con el soleado día. Esa noche además, coincidía con la final del Campeonato del Sur. Joachim estaba nervioso. Había regresado de Alemania para jugar con el seleccionado tellnotelliano. Era la primera vez que el hockey destacaba en esa difícil Confederación. En el Sur, la pasión es justamente este deporte, la excepción, Tell no Tales era más afecto al fútbol y el patinaje. En el departamento Liukin, la fiesta por el cumpleaños de los gemelos no escatimo globos, pastel e invitados. Gabriela lavaba platos debido  que asistirían al partido. Un sonido en la puerta hizo que Ricardo revisara el buzón. Al ver que era un correo para su hija, dejó la carta junto a la mesa de la cocina. Gabriela abandonó lo que estaba haciendo al reconocer la letra del remitente. Era Vicktor. Al leerla sintió una mezcla de extrañeza y enojo. Optó por leerla. Urmanov sin embargo, previendo que Carlota no recibiría misiva se dirigió a su madre.
Le escribió sobre las acciones que el el Gobierno ruso estaba tomando. Los Neo habían reabierto la investigación sobre la desaparición de los hijos de Candice Lachey. "Han vuelto a sospechar de ti" "Enviarán a alguien de nuevo a seguirte... ahora no eres tú. Buscan a los niños" Ante esto ¿qué podía hacer ella? Miró hacia la sala donde todos estaban de la más contentos. Volvió a la carta y leyó el postdata "He oído que Carlota quiere ser patinadora y tú no se lo permites. También he sabido que quiso  verme en la Gala del mes pasado y te negaste. Me admira. Entiende, Carlota me adora"

-"Vete al infierno"- Pensó Gabriela

Por acuerdo común, los hermanos Alejandriy no convivían mucho. Los hijos de Gabriela no conocían a Joachim y a Thomas y Ely apenas los trataban.
Esa tarde, la arena Blackhawk estaba hasta el tope. Las beanies tan fieles se ubicaban en las primeras filas. Joachim con su gafete de capitán, peleaba con Thomas enfrente del público. El partido aún no comenzaba. Este inició a las 7 en punto. Cada momento fue una batalla épica. Los gritos y los golpes no cesaban. La familia Liukin en las tribunas se preocupaba porque el ídolo de Andreas (Joachim) jugaba demasiado rudo. Pasaban los períodos, uno tras otro. La tensión y el nerviosismo hacían presa de los presentes.... Cuando todo apuntaba a tiempo extra, sucedió. Una escapada de Joachim
 http://www.youtube.com/watch?v=W93XwUf_W08 y ya.

El júbilo era indescriptible. Un equipo que nunca había obtenido galardón alguno, ganaba el trofeo que definiría sus destinos. En las calles se organizó un festejo. Pequeño pero emotivo.

Mientras tanto, Casey advirtió a Gabriela. Alguien estaba detrás de su familia y no se detendría hasta ver cumplido su objetivo: asesinarlos. La tragedia se volvió inminente.

Para celebrar, Dima Solokoff ofreció comida gratis en su restaurante. Los Liukin estaban reunidos. Carlota entonces escuchó unas voces. Se apartó un momento  y entonces Vicktor se mostró ante ella. Se tomaron fotos, él le dió palabras de aliento y le regaló un anillo de diamante rosado, el que no se quitaría jamás. Se acercaron a los cantantes del Vodianova. El patinador  les pidió una melodía muy especial para su infantil amiga. Carlota descubrió entonces, la canción de su vida, su preferida. Con ella se enamoraría, lloraría y dedicaría sus momentos más luminosos y sombríos también.