jueves, 17 de septiembre de 2015

Hermanos


"Naturaleza muerta", dibujo de Federico García Lorca.

París.

Luke Cumberbatch se encontró a Viktoriya Maizuradze en un puesto de periódicos y la observó al punto de incomodarla y hacerla marcharse. Después siguió su camino hacia el café "Meité" en Saint Ettiene.

Varias personas se concentraban en el local únicamente para tomar un espresso antes del trabajo, pero él eligió una mesa y ordenó un desayuno para soportar una impaciente espera. La puntualidad era un lujo si se trataba de una cita de última hora y dependía más de quienes lo habían llamado, mismos a los que no tenía ganas de ver.

El apetito se le iba conforme se asomaba al exterior y le cambió el semblante cuando dos jovencitos se sentaron junto a él. Sus nombres eran Hugo y Maxim.

-¡Cumber! - exclamó el primero.
-Cállate, manouche*.
-No sé si tomarlo como chiste.
-Manouche, gitano, es lo mismo.... ¿Y éste androide, qué? - refiriéndose a Maxim - Coman si quieren.
-Gracias, pero tomamos algo en el hotel.
-Da igual.
-Estamos de paseo, en la tarde iremos al cementerio.
-Emocionante.
-Bueno, Max visita la ciudad por primera vez.
-¿Y está mudo?
-No sabe francés.

Hugo y Cumber sonrieron, comprendiendo Maxim que se burlaban de él.

-¿Qué habla este androide?
-Ruso y algo de japonés.
-¿Le entiendes algo?
.Que papá lo llama y le escribe a menudo.
-¿Qué hace contigo?
-Supe que venía por un viaje de estudios...
-Seré preciso ¿Qué hace el teniente Maizuradze contigo?
-¿Qué estás preguntando?
-Que si te habla.
-Estuvimos almorzando hace unos días.
-Oh, mira, qué novedad.
-Le dije que la familia me interesa, que sería bueno juntarnos un día.
-He visto a Viktoriya casi diario y me ignora completamente.
-Eres grosero.
-No entiendes, manouche.
-Gitano.
-Lo que sea.
-Con razón ella no te soporta.
-Menos si se entera que soy su hermano.
-Te conoce.
-Eh, no.
-Papá dijo que nos reuniremos en Navidad.
-Si regresa vivo de la guerra.
-¿Qué?
-Te vio la cara.
-¿A qué te refieres, Cumber?
-A que tu adorado padre fue enviado a Chechenia.
-No es cierto.
-Te lo puedo probar, fue a visitar a mi jefe y a su esposa.
-Supongo que también a ti.
-Cuando me reconoció, fingió demencia.
-Nunca nos niega.
-Nadie sabe que somos hijos "de las otras".
-Por favor.
-¿Tú crees que a Viktoriya o a Anton les causará gracia? Ni al androide que traes al lado le gusta la idea.
-Me tomé una foto con Viktoriya en Hammersmith.
-¿Qué?
-Me trató muy bien y me aceptó un detalle, dijo que le daba gusto que la visitara.
-¿Te llamó "hermanito"?
-No, pero no me rechazó.
-¿Platicaron sobre papá?
-Ella mencionó que lo ve a veces.
-¿Seguro que no te confundió con un fan?
-Viktoriya y Anton saben de nosotros, no digamos Válerie.
-Te mintió, manouche.
-¡No me digas así!
-Pues no seas idiota.
-Te estás ganando una paliza.
-De una vez.

Hugo y Cumber estuvieron a punto de levantarse de no ser por un intrigado Maxim que se colocó en medio. Ambos se disculparon con él.

-Max se parece a papá - notó Hugo antes de dar un sorbo al jugo que despreciaban todos y escribir en un papelito su teléfono por si alguien lo necesitaba.
-Tengo que ganarme mi dinero.
-Quédate Cumber, aún no te he dicho algo importante.
-Rápido, manouche.
-Papá nos dejó unos cheques.
-Depositaré el mío en el banco de mi basurero más cercano.
-No seas cretino.
-No es el dinero, es que lo tocan tus manos de gitano.

Hugo recordó entonces que los Maizuradze, legítimos o no, tenían un prejuicio contra su raza, pero no era personal. En el caso de Cumber lo entendía más, dado su origen serbio; no obstante Maxim también le tuviera sus reservas. En el pasado, Anton y Válerie habían huido de él durante unas vacaciones en Jamal y le habían dicho a su madre que un gitano los molestaba. De Vika, lo cierto era lo que atendía por mera cortesía debido a que distinguía su procedencia y le desagradaba profundamente. En ese segundo, Hugo se convenció de los argumentos de Cumber y aunque la oscuridad podía ser humillante, no quería ser la gota que rebasara el vaso y ocasionar que la familia entera se destruyera.

-Ten un buen día, Cumber.
-Diviértete con el androide.
-Oye, una pregunta.
-¿Ahora, qué?
-¿Es tan malo que sea gitano?
-¿Nos ves felices?
-¿Cuál es el problema?
-Maizuradze que no es robado por un gitano, es un pobre diablo. Le dices a tu madre que no le regalé mi cartera.
-¡No la ofendas!
-Preferiría morir ahogado en bilis o recibir sangre de un gitano serbio que compartir algo contigo, pero ni modo.
-No sé por que me pongo a discutir.
-Si se arman los golpes, me pongo del lado de Anton y Viktoriya.
-Imbécil.
-¿No quieres algo fresco? En tu comuna no saben que es eso.

Hugo perdió los cabales pero Cumber lo detuvo con un certero puñetazo. Las cosas no pasaron de ahí, pero el segundo murmuró "lo siento, me duele mucho que seas gitano" y abrazó a su hermano. El gesto se repitió con Maxim.

De vuelta al exterior, Cumber caminó deprisa, cálmandose poco a poco y coincidiendo en otra esquina con Viktoriya y el todavía desconocido Gwendal que le hacía compañía. A dos metros, ella le miró compasiva y se fue de inmediato.

A unas cuadras. la joven exhaló profundamente.

-¿Qué sucede?
-Ese tal Cumber ¿sabes quién es?
-No.
-Es que trabaja con los Becaud y como son tus amigos, creí que te lo habían presentado.
-Para nada, además no los he visto.
-Cumber tiene algo que me simpatiza.
-¿Te gusta?
-El que me gusta está frente a mí.
-¿Qué hay con aquél?
-Es que siento como si la sangre se me hiciera burbujas, pero cuando pienso en Válerie y en Anton me pasa lo mismo. A lo mejor es porque papá no está.
-Estás un poco asustada, se te quitará pronto.
-Ojalá porque me hace falta estar tranquila.

Viktoriya se recostó en el hombro de Gwendal y pretendió no seguir pensando. Suficiente tenía con su propia angustia.

*La palabra manouche cuenta con dos significados; la principal se refiere al jazz interpretado por solistas o ensambles gitanos, la segunda es la denominación que en Francia se le da al pueblo gitano (manouches), aunque también se les llama sinti

Valse Manouche (Django Reinhardt)

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